¿Qué puede hacer una empresa de tecnología por la sociedad?

Nosotros a nivel mundial tenemos un programa de filantropía educativa que se llama "Intel, Innovación en educación" que fue creado hace más de 10 años por una decisión corporativa. Esto significa que nosotros no podemos hacer filantropía en otra cosa que no sea educación. Hemos decidido concentrar todo el apoyo filantrópico en un área, para poder ayudar de la mejor manera a la educación en los lugares adonde Intel desarrolla sus actividades comerciales. Esto tiende a fomentar la sociedad del conocimiento. Ese es el programa marco.

¿Qué pasa en Argentina?

En Argentina el programa "Intel, Innovación en educación" tiene tres programas.
El primero es el de incentivo a la educación en las universidades, que ayuda a los estudiantes y docentes universitarios a que realicen proyectos de investigación.

Como lo que sabemos es de tecnología, lo que fomentamos es la investigación en áreas de tecnología. En Argentina, tenemos varios proyectos muy interesantes. El más conocido es el de la ciudad de Córdoba, a través del Instituto Tecnológico de Córdoba, que fusionó a 6 universidades de Córdoba. Son más de 4000 estudiantes cordobeses que tienen la posibilidad de usar los laboratorios informáticos que donó Intel.

¿El aporte es la donación?

No necesariamente. Tenemos publicaciones gratuitas, dictamos materias on line desde el sitio global de Intel. Hemos colaborado con publicaciones, con software específico, sobre todo en microelectrónica, que no está muy desarrollado en Argentina.

El aporte depende de la necesidad de la Universidad. En la UTN Buenos Aires, hemos aprobado un fondo específico para investigar en bioelectrónica, para que puedan comprar los insumos.

¿Qué rol juega el sector público en estos programas. Hay alguna alianza?

Uno de los temas que siempre tratamos de incentivar cuando tenemos oportunidad de reunirnos con el Gobierno, es la necesidad de generar una agenda de investigación y desarrollo para potenciar su futuro. Sin esto hay pocas chances.

Hace pocos el CEO de Intel, Craig Barret, visitó nuestro país, ¿cuál fue su mensaje con respecto a la RSE?

Uno de los temas que mencionó fue que tenemos necesariamente sembrar en educación, investigación y desarrollo. Sembrar, por hacer una analogía con nuestra economía. Ese fue el mensaje que le dejó a educadores, empresarios y funcionarios de gobierno.

Estuvimos con el ministro de Educación en San Miguel del Monte, donde inauguramos un laboratorio de computadoras en una escuela, dentro de nuestro programa de de capacitación docente, "Intel, educar para el futuro". Ese laboratorio donado va a ser un centro de capacitación para todos los docentes de la zona.

¿Cómo es ese programa?

Es un programa de pedagogía que le enseña al docente como usar la tecnología como una herramienta en el proceso de aprendizaje de los alumnos. No es un curso de computación.

¿Tienen medido el impacto de este programa?

Este programa ha sido evaluado a nivel mundial, ya lleva cuatro años y ha capacitado a más de 2 millones de docentes en 37 países. En Argentina lo hacemos en 15 provincias desde el 2002, con 35 mil docentes capacitados.

El programa tiene evaluación anual a nivel mundial y en la Argentina. A fines del año pasado hicimos la evaluación y fue muy exitosa.

Además, tuvimos una evaluación sorpresiva. La OEA hizo su propia evaluación y nos dio el premio a la RSE 2004, por la implementación de este programa en Argentina. Esto nos llena de orgullo.

¿Cuáles son los objetivos que persigue Intel con estos programas?

Estos fondos son de origen filantrópico. Tenemos que tener muchos cuidado de no mezclarlo con lo comercial.

Por ejemplo, ayudamos a las universidades pero no pedimos que haya una exclusividad de tecnología Intel.

El beneficio que buscamos a largo plazo es difundir la sociedad del conocimiento en los lugares donde Intel desarrolla sus actividades comerciales.