¿Cómo será la movilidad urbana post Covid?
En un encuentro organizado impulsado por el Bus Rapid Transit – Center of Excellence (BRT), por el Centro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para América Latina y el Caribe (CODS) y por el centro de Desarrollo Urbano Sustentable (CEDEUS), expertos de cuatro grandes ciudades latinoamericanas conversaron sobre la movilidad urbana post Covid19. A continuación presentamos las principales conclusiones que impactarán en la región.
Para impulsar la discusión en esta temática se contó con la participación de Karisa Ribeiro, especialista senior en Transporte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID); Carolina Simonetti, jefa de Asesores del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones de Chile; Juan Pablo Bocarejo, ex-Secretario de Movilidad de Bogotá; y Rodrigo Díaz, subsecretario de Planeación de la Movilidad de la Ciudad de México.
Durante sus exposiciones, lo oradores, compartieron sus experiencias sobre cómo han enfrentado la situación, cambiando la operación de los sistemas de transporte en la región y cómo se modificará a mediano y largo plazo.
En el caso de Bogotá, Juan Pablo Bocarejo, hizo hincapié en la posibilidad de cambiar los medios de transporte y migrar al uso de bicicletas y modificar los horarios de mayor congestión, buscando realizar las actividades con horarios escalonados.
“Es un momento muy especial en las ciudades y debemos aprovecharlo. Se deconstruyó toda la movilidad, y estamos reanudando con diferencias, algunas están siendo positivas.”, comenzó el orador y agregó: “Debemos preguntarnos cómo reaccionarán las personas cuando vuelva a su horario normal, si tendrá miedo al transporte masivo o si buscará otras opciones como el uso de automóviles, motos o bicicletas”.
El tema financiero, es uno de los principales desafíos, según el experto, este año se deberá aportar el doble para financiar el transporte público, alcanzando los 700 millones de dólares.
Con la pandemia, se experimentó un fuerte crecimiento del teletrabajo. En este sentido remarcó que, aunque los trabajadores no viajen a las oficinas, aumentan sus viajes para otras actividades, según experiencia previas, por lo tanto, el teletrabajo no tendrá un impacto tan significativo en el transporte.
Dentro de las oportunidades para el transporte, destacó que poder servir para replantearlo y lograr que sea menos masivo y más cómodo, para ello se debe ofrecer más transporte, más vehículos y kilómetros de transporte. “El desafío es encontrar los recursos para financiar estas mejoras en el transporte público”.
En su exposición Carolina Simonetti, también compartió que el desafío es muy grande, pero América Latina tuvo la ventaja de ver cómo evolucionó en el resto del mundo primero, antes de llegar a la región. “Pudimos observar el comportamiento en las distintas ciudades, pero también vimos que medidas similares produjeron efectos diferentes”.
En comparación con otras ciudades, Simonetti, informó que actualmente en China aumentó el uso del automóvil privado. “Las personas estarían cambiando del modo masivo al privado, y eso es preocupante para la planificación. En China aumentó la compra de autos, principalmente por el miedo al contagio”. En el caso de Alemania, se observa un mayor aumento de la caminata y del uso de la bicicleta. A nivel general, se observa que los viajes privados se recuperan de manera superior a los valores normales".
En esta línea, se espera es que el transporte público no recupere los valores pre-pandemia. La demanda del transporte se verá afectada por el miedo al contagio, cambios modales como mayor uso de la bicicleta, caminatas, aumento en el teletrabajo, la desaceleración económica y concentración de pasajeros. Además, el aumento de limpieza y medidas de higienes, más la reducción de la demanda podrá producir un aumento de los costos.
“¿Qué podemos hacer? Lo primero es recuperar la demanda y estabilidad financiera, es importante recuperar la confianza del pasajero”, responde Simonetti. Dentro de las acciones, se debe mejorar la operación y mejorar la calidad para que el transporte sea considerado atractivo.
Asimismo, se debe promover el transporte sustentable, restringir el espacio de automóvil, aumentar vías de transporte público, distribuir el espacio en las veredas, y aumentar la frecuencia de operación.
“Es una oportunidad para transformar espacio vial en espacio urbano para transporte sustentable; mejorar la calidad del transporte público; repensar la asignación de subsidios y buscar fuentes alternativas de financiamiento”, finalizó Simonetti.
En la Ciudad de México, Rodrigo Díaz coindice con los problemas experimentados en otras ciudades. “En el caso del transporte público se produjo una reducción del 65% con respecto a una semana normal. La capacidad al 35% permite mantener distancia”. Actualmente con la apertura de actividades, esperan como máximo mantener un 50% de ocupación.
Vinculado a las acciones, están trabajando en dos líneas: en primer lugar, la protección a usuarios y operadores. Reforzamiento de medidas de sanitización en estaciones y unidades y medidas individuales de protección.
En segundo lugar, trabajan la gestión de oferta y demanda. Para ello buscan una optimización de la oferta de la red de transporte; una gestión de la demanda orientada a la reducción y redistribución: trabajo a distancia, horarios escalonados, semana corta, digitalización de trámites. Por último, distanciamiento en estaciones, paradas y vehículos, infraestructura emergente: ciclovías, corredores de transporte público.
Con respecto a los retos post Covid, Díaz identifica como desafíos mantener distancia ante el aumento progresivos de la demanda de viajes; garantizar sostenibilidad financiera de los sistemas ante escenarios prolongados de demanda reducida y principalmente, evitar la migración hacia medios motorizados privados.
“El financiamiento es difícil, y existe un riesgo de aceptar flotas de menor calidad. Pero también hay que aprovechar el impulso de bicicleta”, concluye.
Por último, Karisa Ribeiro, especialista de transporte BID, presentó los datos extraídos de la encuesta realizada por el BID entre usuarios y socios para conocer cómo afectó la pandemia el transporte.
Sobre cómo perciben los usuarios el transporte actual, la gran mayoría no tuvo necesidad de viajar (75%), presumiblemente debido a medidas de confinamiento y/o que pueden trabajar desde casa. Asimismo, la mayoría (68,7%) lo utilizarán luego del confinamiento.
Con respecto al impacto económico, las empresas privadas de transporte, están dejando de recibir 12 millones al mes por cada millón de habitantes.
“Desde el BID se cambiaron algunas operaciones de crédito para realizar acciones más efectivas en toda la región, para auxiliar al gobierno en temas de transporte público y asociar el transporte en temas de salud”, detalló Karisa. Dentro de las medidas que adoptaron buscan traer la movilidad baja en carbono, la electromovilidad y acciones de micromovilidad. Asimismo, trabajan desde la innovación, utilizando la inteligencia artificial para prevenir la propagación del virus.
A nivel de cierre, los cuatro expositores coincidieron en los desafíos, principalmente vinculados al financiamiento del sistema del transporte y a la posibilidad de un mayor uso del transporte privado. De manera positiva, también coincidieron que es una oportunidad para mejorar el transporte, especialmente apuntando a un mejor servicio y de baja emisiones, así como un uso predominante de la bicicleta.
Las presentaciones completas:
BID Transporte Urbano COVID... by ComunicarSe-Archivo
Finaciamiento sustentable e... by ComunicarSe-Archivo
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