“El desarrollo de las actividades relacionadas con el propósito socialtendrán en cuenta los siguientes factores: (i) los intereses de corto y largo plazo, de la Compañía y sus accionistas, y (ii) los efectos económicos, sociales, ambientalesy jurídicos, de corto y largo plazo, en relación con sus empleados, proveedores,socios, clientes y otros acreedores, y las comunidades en las que la Compañíaactúa local y globalmente”, dice textualmente el nuevo estatuto.

Esta reforma es una consecuencia directa de la reciente certificación de Natura como parte de la iniciativa “Empresas B”.

Para ser incluida dentro del Sistema B Natura sometió sus políticas y prácticas relacionadas  con Gobierno Corporativo,  vinculaciones con la comunidad, los empleados y el medio ambiente al escrutinio de B Lab, una de auditora independiente que se encarga de otorgar la certificación. De acuerdo a fuentes vinculadas al proceso, la empresa obtuvo 111 puntos sobre un máximo de 200. El promedio de todas las empresas B  es de 98 puntos. 

En el marco de dicho proceso la empresa se comprometió a incluir dentro de sus documentos societarios y estatutos sus nuevos compromisos sociales y ambientales.

En este mismo orden, el nuevo estatuto también trae reformas en la Sección II sobre “Organos de Administración”. 

“Los Consejeros, en el ejercicio de sus funciones, deberán observar los intereses de corto y largo plazo, de la Compañía, incluyendo los intereses y expectativas de los accionistas, empleados, proveedores, socios, clientes y otros acreedores, las comunidades en las que opera la Compañía local y globalmente, así como el impacto sobre el medio ambiente”, introduce el Estatuto. 

La reforma del Estatuto también agregó la comercialización de chips de telefonía como objeto societario.