"El sector privado está consciente del riesgo reputacional que supone los Panamá Papers"
Con excusa de celebrarse el décimo aniversario de SumaRSE, la organización de promoción de sustentabilidad empresaria más importante de Panamá, dialogamos con Bruno Basile, su director ejecutivo. Cambio Climático, ODS y lucha contra la corrupción fueron algúnos de los temas de la entrevista. ¿Qué demandan las empresas panameñas en materia de sustentabildiad?
En los 10 años de trabajo, ¿cómo ha evolucionado la agenda de la sustentabilidad en el país?
La evolución ha sido positiva. El sector privado de Panamá ha elevado su conocimiento sobre la importancia de gestionar el negocio de forma responsable. Al momento de desarrollar sus modelos negocios, las empresas están incorporando las tres dimensiones de la sostenibilidad, -económica, ambiental y social-, elevando el nivel de las grandes corporaciones y al mismo tiempo impulsando una gestión más responsable en las cadenas de valor, llegando a empresas medianas y pequeñas.
De igual manera, es importante resaltar que queda un porcentaje de empresas, principalmente PyMEs, que necesitan sensibilizarse para entender por qué es importante gestionar su negocio de forma responsable y también es necesaria la formación, deben asumir que tiene una responsabilidad con la comunidad y que la RSE no es para empresas grandes. Positivamente, notamos que las PyMEs están accediendo nuestros programas y alineándose con lo está ocurriendo en el mercado panameño y a nivel mundial.
¿Cuál es el desafío antes las empresas que comienzan el camino y dicen no realizar aún ninguna actividad de RSE?
Todavía hay muchas empresas, grandes, con años de trayectoria que piensan que no están haciendo RSE, aunque sí lo estén haciendo. En ese contexto, nosotros damos nuestro apoyo para ordenar lo que están haciendo y evaluar si está alineado con el negocio. Así nosotros los llevamos por ese proceso de reflexión. Además, ese proceso, junto con diferentes industrias, nos ayuda a comprender dónde se mueven las empresas y dónde podemos acompañarlos.
SumaRSE, es una organización de promoción de la sustentabilidad y es también es representante del Pacto Global en Panamá, ¿Cómo se maneja este doble rol?
Esa doble característica sucedió por las particularidades del mercado y por el nivel de conocimiento que existía sobre temas de RSE y sostenibilidad en Panamá. En ese ámbito, las empresas del país y el Pacto de Naciones Unidades acordaron que la organización podía cumplir ambos roles.
Cabe destacar que la organización fue constituida en el año 2009, mientras que el Pacto Global en la Ciudad de Panamá fue lanzado en el año 2001. En estos años, la organización ha servido de plataforma para generar capacidad en las empresas, pero también para difundir los 10 principios del Pacto Global y por qué la RSE es un buen negocio.
Actualmente, apuntamos a tener un alineamiento más profundo con el Pacto Global. Es muy importante mantener su esencia y sus diez principios. Asimismo, representar esta iniciativa nos facilita el acceso a Naciones Unidas, herramientas, tendencias internacionales, incorporar temas de derechos humanos y empresas. En las Redes del Pacto Global ocurren intercambios interesantes y queremos potenciarlo.
En este camino, ¿cómo se encuentra Panamá y el sector privado con respecto a los ODS?
Hay un avance en el compromiso de la empresa de Panamá, pero el reporte de indicadores sobre los ODS es un área donde hay que seguir trabajando. Empezando por el sector privado y por el resto de actores que conforman el ecosistema de desarrollo, como el sector público que tiene el mandato de llevar los indicadores y el reporte a Naciones Unidas, junto con los otros sectores como academia y tercer sector. Por lo tanto, el país se encuentra en un proceso de alineamiento de todos los sectores, comprender en qué situación se encuentra cada uno, con el objetivo de poder hacer un solo reporte completo como país. Hasta ahora, la información sobre los ODS que está disponible proviene de indicadores del instituto nacional de estadística.
En conclusión, este esfuerzo de reporte debe ser mancomunado, los distintos actores están trabajando en impactar los ODS pero es necesario verlo reflejado en un documento final y esperamos que año que viene Panamá pueda presentar un informe completo.
A través de su contacto con empresas, ¿cuáles son los temas más demandandos desde el sector corporativo en términos de sustentabilidad?
Hay un interés importante en la cadena de valor, cómo fortalecer la cadena de valor de las medianas y grandes empresas. Las grandes empresas apuntan a cómo los proveedores y toda su cadena puede adherirse a la gestión responsable del negocio.
En segunda instancia, se presenta el desafío de trasladar las acciones que está llevando el sector privado, para acelerar la agenda 2030, a la agenda pública. En Panamá existe un interés para que las buenas prácticas del sector privado se trasladen hacia la administración pública y eso se podría ver reflejado en el marco legal.
El tercer componente es la educación. Panamá está catalogado como el sexto país más desigual del mundo y esto se debe, en gran medida, a la falta de acceso a una educación de calidad. En el sector privado se observa por la brecha entre la demanda y la oferta de graduados universitarios. Por lo tanto, hay un interés por avanzar en la agenda educativa del país. Existen distintas iniciativas, como programas de empleabilidad juvenil o acompañamiento directo a las universidades a través de cátedras y distintos sectores para potenciar los temas de educación.
Frente a la próxima COP que por primera vez será en América Latina ¿Cuál es la estrategia del sector privado panameño frente a cambio climático?
Debido al rápido crecimiento económico, Panamá se atrasó en comprender la importancia de los temas climáticos.
El impacto del cambio climático y la gestión del recurso hídrico, -un tema clave por el canal-, ha quedado paralizado, y en los últimos años ha vuelto tomar relevancia, ya que estamos recibiendo los impactos del cambio, lluvias más fuertes, sequías más largas, inundaciones e impactos directos en el agua que utilizan los barcos para cruzar el canal. En este contexto, los distintos sectores están conversando, analizando cuáles son las medidas que tenemos para mitigar los efectos del cambio climático en el país.
Sobre el eje igualdad e inclusión ¿Qué están realizando? ¿Cuáles son los nuevos programas?
Hemos impulsado los temas de inclusión y diversidad, a través de un programa de inclusión laboral de personas con discapacidad en la empresa; posteriormente hemos impulsado los temas de igualdad de género en el ámbito empresarial junto con alianzas y hemos trabajado aspectos de derechos de la niñez en la empresa con UNICEF.
En 2018, a través de un financiamiento de la Cooperación Española, creamos un proyecto que tiene dos componentes: por un lado, incluye la gestión ética para la competitividad, buscando fortalecer los sistemas de gobernanza dentro de las organizaciones y dejar las capacidades instaladas, no solo en las empresas panameñas sino en los distintos países de la región. Es un proyecto que busca abarcar a consultores de los distintos países de la Red Integrarse para que se formen en Panamá. El otro componente es el de género, aquí estamos buscando fortalecer la integración de los principios de empoderamiento de la mujer en las empresas panameñas. Adicionalmente nos está sirviendo para crear el primer protocolo de prevención de la violencia de género en el ámbito laboral. Hemos involucrado al Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral, al instituto de la mujer y a otra serie de actores del lado público para que conozcan el proceso, conozcan lo que están trabajando y podamos potenciar el impacto.
Otros componentes que hemos trabajo son la inclusión de las personas LGBTI en entorno laboral y respeto de derechos humanos.
El tercer eje de trabajo es gobierno corporativo. En este punto, ¿Qué tan complejo es impulsar una agenda de ética en el marco de los Panamá Papers?
El sector privado está consciente del riesgo reputacional que supone los Panamá Papers. Aunque esto sucedió en una empresa de un sector especifico, las empresas y la sociedad lo tomaron con resiliencia y fue un impulso para demostrar que en Panamá hay empresas que hacen la cosas bien y cumplen altos estándares de transparencia y están trabajando los temas de sostenibilidad. Las empresas saben que para competir en el mercado global es necesario la rendición de cuentas y una línea de gobernanza y transparencia fuerte.
Por último, ¿cuáles son las novedades de su tradicional encuentro "La Semana de la RSE" y cómo será la agenda de trabajo de cara al 2020?
La semana de la RSE pondrá foco en los temas de la gestión de los recursos hídricos del agua, un tema clave a nivel nacional. También abarcaremos reputación y cómo la sostenibilidad tiene un impacto directo en ese intangible.
Incluiremos la igualdad de género y el futuro del trabajo; el avance de la mujer en el ámbito laboral a nivel regional y a nivel local, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo. Por otro lado, haremos foco en el desarrollo de las comunidades locales, para conocer qué ocurre fuera de la ciudad.
Adicionalmente, en la jornada de cierre estará la ministra de desarrollo social, presentando un estudio sobre la inclusión laboral de personas con discapacidad.
En la conferencia de cierre, tendremos una sesión con los gerentes generales de las empresas benefactora de la organización para hablar sobre el futuro de la sostenibilidad y cómo ellos visualizan los próximos 10 años.
¿Cómo imagina los próximos diez años de SumaRSE?
Con respecto a la próxima década, apuntamos a seguir impulsando aquellas herramientas, ideas e informes del Pacto Global de Naciones Unidas. Sumarse es la Red en Panamá y a partir de la nueva década habrá un alineamiento mayor con esta iniciativa global y sobre todo el trabajo sectorial. Queremos elevar la plataforma y generar un trabajo más mancomunado entre las empresas de los distintos sectores para potenciar los cambios que necesita el país. El sector privado es fundamental y Sumarse está para guiar y acompañar al sector en acelerar la agenda del 2030 para lograr un país más equitativo y sostenible.
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