¿Cómo ha influenciado en las últimas décadas el desarrollo de las ciudades y la estructuración de sus actividades a la movilidad en América Latina?

El desarrollo urbano en las últimas décadas de muchas de las ciudades latinoamericanas como Lima, Perú; Santiago de Chile, Chile; Bogotá, Colombia; Ciudad de México, México; entre otras, se ha caracterizado por la expansión de sus manchas urbanas y un constante incremento demográfico. Dichos fenómenos responden a diversos factores y han tenido implicaciones en materia de movilidad y estructuración urbana importantes.

En términos generales, se puede decir que la distribución de actividades y oportunidades que ofrecen las ciudades no se ha dado de forma homogénea a lo largo de sus territorios. Muchas áreas se han conformado por usos de suelo mono funcionales que han obligado a sus residentes a desplazarse por largas distancias para realizar sus actividades cotidianas. Las consecuencias son una gran movilidad diaria de personas por largas distancias (35 millones de viajes realizados de forma diarias en días entre semana en Ciudad de México) y una carencia de accesibilidad a escala local en muchos barrios y distritos.

Un ejemplo son las actividades laborales, especialmente las oficinas, que tienden a concentrarse en los distritos centrales de las ciudades que basan su actividad económica en los servicios. Muchos de estos distritos centrales cuentan con densidades poblacionales relativamente bajas, debidos a los altos costos del suelo o la falta de disponibilidad de espacios residenciales. El resultado es que la mayor parte de los trabajadores vivan en barrios y distritos alejados de sus lugares de trabajo, muchos de ellos con usos de suelo predominantemente residenciales, y se tengan que trasladar por largas distancias, generando un número considerable de externalidades tanto para ellos como para el resto de la ciudad.

En este sentido, se puede decir que la estructuración de muchas ciudades latinoamericanas ha promovido una gran demanda de movilidad a mediana y larga distancia y ha descuidado la accesibilidad a escalas locales.

¿En qué consiste el cambio de paradigma de la movilidad a la accesibilidad urbana?

En que las personas se tengan que movilizar menos para realizar todas las actividades de su vida cotidiana. Dicho de otra manera, hacer más con menor desplazamiento.

La forma de lograrlo consiste en que la distribución de las actividades y oportunidades que ofrecen nuestras ciudades estén distribuidas de forma más homogénea y que nuestros sistemas de transporte sean más eficientes al momento de acceder a ellas.

¿Qué beneficios traería incorporar el concepto de accesibilidad urbana a la movilidad?

Quizás el más importante consistiría en disminuir la distancia promedio de viaje de la población. A mayores distancias, mayores gastos. Estos gastos se generan de forma económica, es decir moverse más lejos sale más caro; de forma energética, a mayor distancia mayor demanda energética y, por lo tanto, mayores emisiones contaminantes si la energía proviene de fuentes no renovables; y de forma social, mientas más tiempo nos tome desplazarnos, menor tiempo disponible tenemos para estar con nuestras familias o para realizar otras actividades.

Por lo tanto, los beneficios existen para todos, nuestras autoridades gubernamentales tendrían que invertir menos en desplazar a un gran número de personas por largas distancias. El medio ambiente se ahorraría un gran número de emisiones contaminantes generadas por el transporte. La gente incrementaría su calidad de vida al contar con más tiempo libre durante el día.

¿Percibe que la sociedad demanda este cambio de paradigma en la región?

Ahora más que nunca. Uno de los aprendizajes que nos ha dado la pandemia de Covid-19 es que la gente aprecia no tener que desplazarse para realizar actividades cotidianas ya que puede emplear ese tiempo en otras cosas. Además, como se ha mencionado anteriormente, disminuir nuestro desplazamiento también tiene repercusiones positivas en la economía personal y familiar. La gente puede utilizar el dinero que usaba para comprar gasolina, pagar peajes o comprar billetes de acceso al transporte público en otras cosas como alimentación, mejorar sus hogares, irse de vacaciones o simplemente salir a pasear el fin de semana.

¿De qué manera deberían incidir las políticas públicas en este cambio de paradigma?

Las políticas públicas juegan un papel crucial en el desarrollo e implementación de este cambio de paradigma.

Las autoridades gubernamentales tienen las facultades para elaborar planes y programas de desarrollo urbano y es en ellos donde se encuentran las oportunidades para reestructurar y reordenar territorios. De la misma manera, buena parte de las decisiones que se toman en materia de movilidad son producto de iniciativas gubernamentales, mismas que pueden ser redirigidas para generar un cambio.

Sin embargo, es importante reconocer el papel que juegan otros actores y cómo éstos pueden ser parte de la toma de decisiones mediante la generación colaborativa de políticas públicas. Los ciudadanos son los principales usuarios del espacio público y de los sistemas de transporte, es por ello que su experiencia de vida y su opinión son cruciales para impulsar proyectos o propuestas de mejoramiento al espacio. De la misma manera, la iniciativa privada y las organizaciones no gubernamentales suelen contar con muchos de los conocimientos y experiencias técnicas que son necesarias para generar soluciones eficaces y responsivas a un contexto específico.

La colaboración de todos los actores es la clave para lograr políticas públicas que respondan a las necesidades de la población local y que se pueden alinear a las necesidades globales de nuestras sociedades en un corto, mediano y largo plazo.

En este nuevo paradigma, ¿qué rol ocupan las tecnologías de movilidad sostenibles?

La tecnología es una de las herramientas más importantes en materia de movilidad sostenible tanto para el análisis como para la generación de soluciones.

Gracias a la tecnología y al Big Data hoy, más que nunca, podemos acceder a información clave para conocer cómo funciona exactamente la movilidad en un contexto específico. Esta información nos otorga una base muy sólida para identificar las debilidades, las amenazas, las oportunidades y las fortalezas de la movilidad y con esa información generar soluciones puntuales y oportunas.

De la misma manera, la tecnología nos permite difundir el conocimiento de forma mucho más homogénea entre la población. Esto trae importantes oportunidades en materia de movilidad ya que le podemos hacer saber a un mayor número de personas qué cambios estamos haciendo y cómo estos los pueden afectar. De esta manera, la capacidad de adaptación de la sociedad a los cambios es mucho más ágil y simple.

Para los usuarios del transporte la tecnología brinda cambios importantes en la experiencia de viaje en materia de movilidad. Estos cambios existen desde la posibilidad de imaginarnos un futuro con coches autónomos, donde la gente no se tenga que preocupar por manejar, hasta pensar en una red de movilidad interconectada que haga la experiencia de viaje multimodal mucho más eficiente e inteligente.

Las redes de transporte público cuentan con posibilidades infinitas de mejoramiento gracias al uso de la tecnología, una interesante es el uso de aplicaciones para difundir información relevante del servicio. Los usuarios, mediante una aplicación pueden generar toda su ruta de viaje, conociendo de forma anticipada las paradas en las que deben abordar y desabordar, los horarios de llegada de autobuses o trenes y los posibles transbordos que deben realizar.

Actualmente, las empresas operadoras de servicios de movilidad denominadas TNCs, son un interesante ejemplo de todo lo que la tecnología tiene para ofrecer en materia de movilidad para hacer nuestros viajes más sencillos, cortos e incluso económicos.

Seguir explorando el uso de tecnología e incorporándola a la movilidad es indispensable para mejorar nuestra experiencia de viaje cuando nos tengamos que trasladar pero también para planear mejor nuestras ciudades y promover antes que la movilidad, la accesibilidad.