El premio es por "su papel pionero en la aviación en el ensayo y desarrollo de combustibles sintéticos".

Un jurado independiente de expertos de la industria aerocomercial, convocado por la revista británica, destacó que, durante el año 2011, Lufthansa operó ocho vuelos diarios entre Hamburgo y Frankfurt con un Airbus A321, cuyos motores contenían una mezcla de biocombustible y combustible convencional, demostrando que se pueden llevar a cabo operaciones aéreas con biokeroseno sin problema alguno.

Directivos de la línea aérea alemana que anunciaron, al recibir el premio en una ceremonia en Londres, que continuarán consolidando la política de utilizar combustibles sintéticos, dado que “el biokeroseno ha pasado con éxito pruebas rigurosas y ha demostrado ser apropiado para su uso diario".

El programa de uso de biocombustibles de Lufthansa no se limita sólo al reemplazo del combustible tradicional, sino que incluye medidas complementarias como