¿Sirve el comercio justo para luchar contra la pobreza?
Un estudio patrocinado por el gobierno del Reino Unido investigó la efectividad de los sistemas de certificación de Comercio Justo en la reducción de la pobreza de los productores de flores, café y té en Etiopía y Uganda. Encontró que los sellos de comercio justo no estarían garantizando mejoras en las condiciones laborales de estos productores y que muchos de ellos tenían sueldos muy bajos y hasta se encontraron evidencias de trabajo infantil. La organización Fairtrade cuestiona los resultados de esta investigación.
A través de un trabajo de campo, realizado por SOAS de la Universidad de Londres, en Etiopía y Uganda y más de 1.500 personas entrevistadas, se elaboró una serie de resultados sobre la efectividad de estos sistemas de certificación en la reducción de la pobreza.
Los resultados muestran que en general los salarios eran más altos en las granjas comerciales y no así en las granjas de comercio justo. Incluso comparando entre pequeños agricultores, los salarios eran generalmente más bajos en las zonas de productores de comercio justo.
Además se encontró evidencia de trabajo infantil en estas granjas. "Cuando se entrevistó a trabajadores asalariados mayores de 14 años, una gran proporción de ellos dijo que había estado trabajando desde los 10 años, o incluso antes", afirma el estudio.
Por otro lado, se encontró que los proyectos sociales pagados por la prima obtenida del Comercio Justo eran distribuidos con gran desigualdad. Por ejemplo, en una cooperativa de productores de té los baños modernos financiados con la prima eran exclusivamente para el uso de los altos directivos.
Para los autores del estudio el fracaso de Fairtrade en Etiopía y Uganda se podría deber a una combinación de “idealismo e ingenuidad”. "Una posibilidad es que las organizaciones de productores de comercio justo siempre se establecen en áreas significativamente más pobres y marginadas, donde una acumulación de desventajas significa que los pequeños agricultores no pueden pagar ni siquiera los salarios miserables que ofrecen los pequeños agricultores fuera del comercio justo", afirmaron.
"Fairtrade intenta apoyar y subsidiar a las cooperativas de productores bajo el supuesto muy ingenuo de que los beneficios de este apoyo se distribuyen de manera uniforme entre el grupo. Esta suposición sobre la distribución igualitaria es injustificada."
Fairtrade International respondió en un comunicado oficial a los resultados del estudio de SOAS. Para la organización un primer error de la investigación es comparar los salarios y condiciones laborales de los trabajadores de comercio justo con plantaciones a gran escala.
"El propio informe identifica el tamaño del predio, la escala y la integración en las cadenas globales de comercio como los principales factores que influyen en las condiciones de los trabajadores asalariados, pero luego sus conclusiones parecen estar basadas en comparaciones injustas y distorsionadas entre granjas y organizaciones diferente tamaño, naturaleza y medio”.
Fairtrade sostiene que cuando las comparaciones se realizan en situaciones de misma escala y características, como las realizadas en su estudio sobre productores de café en Uganda, se observan mejor condiciones laborales entre los productores certificados.
Además sostiene que a una de las organizaciones de productores de comercio justo analizadas en el estudio de SOAS se le retiró la certificación días después de conducir el informe, por lo que los resultados podrían verse comprometidos.
La organización critica que SOAS no tuvo en cuenta los comentarios realizados por ellos en la etapa previa al estudio de campo.