A partir de enero de 2017, los coches que circulen en París se clasificarán de uno a seis según su nivel de contaminación que se mide de acuerdo a una serie de factores, como el año de registro del automóvil, su eficiencia energética y su cantidad de emisiones. El sistema de etiquetado dispondrá de una etiqueta de color diferente para cada nivel que se deberá colocar en el parabrisas de los autos.

Esta medida se suma al plan de la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, para luchar contra la contaminación en la capital. En julio de este año se aprobó el plan que prohibe de circular aplicable a los autos matriculados con anterioridad al 1 de enero de 1997 -tanto diésel como gasolina- y a las motos de antes de junio de 1999.

El nuevo reglamento, que se ha aplicado progresivamente desde el verano de 2016, será ahora obligatorio para todos los vehículos, excepto para los vehículos de emergencia, y ciertas furgonetas de entrega y de seguridad.

Los vehículos que no cuenten con sus adhesivos en los parabrisas serán prohibidos en las zonas específicas de alta contaminación o zonas de baja emisión (ZCR) durante los días de la semana.

Las zonas de baja emisión serán definidas por las autoridades locales de acuerdo con las evaluaciones de la contaminación.

La ministra francesa de Medio Ambiente, Ségolène Royal, dijo: "Lo que ahora necesitamos es una revolución que traiga transporte limpio, ciudades responsables, vehículos eléctricos en las ciudades y diferentes formas de moverse".

El "esquema de super bono" es otra medida destinada a reducir los niveles de contaminación en las ciudades, otorgando un pago de 10.000 euros (8.400 libras) a los propietarios de vehículos que cambian un vehículo contaminante antiguo por uno eléctrico.

El esquema se ha aplicado a los propietarios de automóviles privados hasta ahora, pero hay planes para extenderlo a los taxis.

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha dicho que espera que la capital estará libre de vehículos diésel en 2020, y toda la Francia en 2025.