Banco Galicia acompaña a los proyectos que resultaron ganadores del Fondo para la Conservación Ambiental cuya temática fue “Gestión de Residuos para Prevenir y Mitigar la Contaminación”. Al finalizar el período de financiamiento, el Banco desarrolla un compilado en donde se presentan los principales resultados obtenidos por el trabajo. Cada uno de los proyectos ganadores, en 2018, recibió un estímulo de $150.000 para la implementación de la iniciativa presentada.

El Fondo para la Conservación Ambiental fue creado en el 2010 como una forma de brindar asistencia a proyectos de investigación tendientes a solucionar problemáticas medioambientales y que contribuyan de manera directa y concreta con la conservación ambiental y la sustentabilidad en general.

“En Banco Galicia, gestionamos nuestro negocio bajo principios éticos y valores orientados al desarrollo integral de nuestra comunidad y al cuidado del ambiente. Para nosotros es un orgullo apoyar trabajos que plantean medidas concretas tendientes a mitigar distintas causas que afectan la conservación ambiental de nuestro país, aportando de esta manera al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por Naciones Unidas”, señaló Constanza Gorleri; Gerente de Sustentabilidad de la entidad financiera.

En cuanto a las consideraciones de la edición sobre gestión de residuos, Susana Larrondo, Decana del Instituto de Investigación e Ingeniaría Ambiental de la UNSAM y presidenta del jurado, declaró que “el rápido desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ha impactado fuertemente en los ciclos de la materia y la energía en la tierra, y ha cambiado el modo de vida de los humanos. Una sociedad de alto consumo de bienes y gran demanda de minerales para la construcción de sus equipos informáticos ha generado residuos que alcanzaron un volumen difícil de ser procesado. Nos encontramos ante una encrucijada que nos exige repensar nuestros patrones de producción y de consumo para que la vida en el planeta sea sustentable”.

Desde el 2010, año en que se crea el Fondo para la Conservación Ambiental, se han evaluado 1.200 proyectos, de los cuales 52 fueron o están siendo financiados.

Principales resultados obtenidos

• “Reutilización de desechos urbanos para producción de hongos comestibles”. Alina Gabriela Greslebin del Centro de Investigación Esquel de Montaña y Estepa Patagónica (CIEMEP) (CONICETUNPSJB). El principal logro fue el desarrollo exitoso de un modelo productivo a partir de residuos tanto a escala piloto como a escala comercial. El proyecto tenía dos propósitos principales: demostrar que era posible desarrollar este tipo de emprendimiento asociado a los residuos sólidos urbanos y generar un modelo replicable en otras GIRSU, en otros sistemas y en otras ciudades. Con los resultados obtenidos en los ensayos y con la experiencia de producción a dos escalas se puede estimar el tamaño del módulo mínimo rentable. Pero esta estimación es aproximada y se espera poder darle precisión en el futuro.
   
• “Compostando en la escuela”. Diana Bacigalupe de la Municipalidad de Rauch. La técnica de compostaje para tratar los residuos orgánicos puede reducir hasta un 50 % la generación de residuos de una escuela, un hogar o una comunidad. Durante el desarrollo de este proyecto quedó demostrado el interés de las nuevas generaciones por cuidar el ambiente, dado que en cada escuela donde se trabajó la respuesta fue muy positiva. Los niños y jóvenes rápidamente se apropiaron del espacio de diálogo y solicitaron a los docentes continuar con la compostera escolar. En cuanto a la comunidad de Rauch, a partir de los talleres y participación en eventos y de la publicidad en los medios, el tema de utilizar los propios residuos orgánicos va siendo difundido y ya hay aproximadamente unos 20 hogares que realizan compostaje dentro de la ciudad.
   
• “Evaluación de la capacidad fito-remediadora de tres especies del género Adesmia”. Carlos Parera del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA – Mendoza). La primera etapa del proyecto permitió la colección del material vegetal y ajustes en la metodología de trabajo. Las semillas colectadas muestran un buen comportamiento lo que permitió evaluar sin efectos propios de la semilla los tratamientos con metales. Se observó que la capacidad de las especies para tolerar el elemento contaminante del medio en donde se desarrollan depende principalmente del tipo de metal, su concentración y la etapa de desarrollo en la que se encuentra. La germinación y el alargamiento de la raíz son las dos etapas del desarrollo vegetal más sensibles a los contaminantes ambientales. Las especies ensayadas hasta el momento han tolerado de manera exitosa las concentraciones de los metales, principalmente de cadmio y níquel.
   
• “Fortalecimiento de digestores de pequeña y mediana escala para el tratamiento de residuos orgánicos en la Región Pampeana”. Mariano Butti del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA – Buenos Aires). Se logró realizar un detallado relevamiento de 8 biodigestores de pequeña y mediana escala pertenecientes a establecimientos educativos de diferente nivel existentes en la región pampeana. Se pudieron Identificar los diferentes problemas existentes, lo que posibilitó brindar el acompañamiento necesario para realizar una readecuación de los mismos. Al finalizar este proyecto de los 8 biodigestores, 7 lograron recuperarse exitosamente; 4 de los cuales se encuentran en la puesta a punto y 3 en operación con registro de datos de alimentación y producción de biogás. Se estableció la metodología apropiada para conocer la eficiencia de los biodigestores en cuanto a su producción y alimentación. Estos resultados brindan una contribución muy importante para el desarrollo de esta tecnología, que actualmente cuenta con muy pocas unidades instaladas y en funcionamiento en nuestro país. A través de las distintas instancias de capacitación, prácticas de enseñanza e intercambio, realizadas en conjunto con los estudiantes y docentes, se consiguió incrementar y reforzar los conocimientos y capacidades necesarias para resolver la falta de control y seguimiento del proceso que fue uno de los principales problemas detectados en la etapa de diagnóstico para la eficaz apropiación de esta tecnología y su sostenibilidad en el tiempo.
   
• “Formación a cooperativas de cartoneros para la implementación de modelos GIRSU con inclusión social”. Santiago Sorroche de la Federación Argentina de Cartoneros, Carreros y Recicladores (FACCyR). Este proyecto contribuye a mitigar la ausencia de propuestas que sistematicen los conocimientos desarrollados por las cooperativas de cartoneros y la posibilidad de poner al alcance estas experiencias. En este sentido, fue que se buscó sistematizar conocimientos y aprendizajes que pudieran ser fácilmente replicables y que permitan ser compartidos en el trabajo cotidiano. La forma de diagramar rutas de recolección, la realización de la promoción ambiental o la importancia de la organización de los trabajadores, se hacen presentes al hablar con las cooperativas y demuestran un alto grado de conocimiento y reflexión. El trabajo mancomunado permitió extraer cuestiones comunes que no solo permiten organizar y desarrollar el trabajo cotidiano de las cooperativas, sino también, mejorar las condiciones de trabajo y una revalorización de su tarea cotidiana. Esto permite, diariamente, recuperar miles de toneladas de materiales reciclables. Por otro lado, también desarrollar materiales que abreven en las prácticas cotidianas de las organizaciones y se ajusten a sus propias necesidades, tanto de conocimiento como de infraestructura, para poder desarrollarlas completamente.