Casi 2.500 trabajadores producen aires acondicionados y refrigeradores en la instalación de Samsung establecida en 2007 en Sungavarchatram, en el estado de Tamil Nadu, en el sur de la India.
La ONG india Cividep entrevistó y mantuvo conversaciones de grupo con los trabajadores empleados en la fábrica de Samsung para documentar sus condiciones de trabajo. Gopinath Parakuni, Secretario General de Cividep, afirmó lo siguiente luego de presentar los resultados: "Se debe considerar que una empresa global exitosa como Samsung debe respetar las normas internacionales del trabajo mientras cumple con la legislación nacional. Además debe comprometerse de manera proactiva con los sindicatos y la sociedad civil para ser transparentes sobre el impacto de sus negocios en los derechos humanos. Pero esto no está ocurriendo”.

La investigación encontró que los trabajadores de Samsung recibían salarios mensuales entre Rs 6.200 y Rs 12.000 ($us. 92 - $us. 178), que no satisfacen sus necesidades básicas ni los sueldos mínimos exigidos por ley.
Los trabajadores están contratados de manera temporal y reciben salarios más bajos que sus compañeros que están en planta permanentes realizando las mismas tareas. Estos trabajadores ganan  un poco más de la mitad de lo que ganan los trabajadores permanentes con experiencia comparable. La paridad salarial entre los trabajadores permanentes y todos los demás trabajadores que hacen el mismo trabajo, también conocido como el principio de igualdad de remuneración por igual trabajo, fue confirmada por la Corte Suprema en la India en octubre de 2016.

Las largas horas de trabajo y las horas extraordinarias obligatorias también son comunes. Los trabajadores informaron que durante temporadas de alta producción tenían que trabajar hasta 10 a 11 horas diarias para completar los objetivos de producción. Se les pide que trabajen los domingos sin salario de horas extras, como lo requiere la ley.

Libertad de asociación limitada

La investigación afirma que la actitud de Samsung respecto al derecho de los trabajadores a la libertad de asociación es particularmente “antipática” y está en desacuerdo con las normas laborales nacionales e internacionales y con las regulaciones estatales.

“Los trabajadores informaron que si intentaban sindicalizarse, eran víctimas de la administración, despedidos o presionados para renunciar. Lo más inquietante es que incluso los documentos corporativos oficiales, como la carta de nombramiento, indican claramente que a los trabajadores no se les permite unirse a ninguna organización social sin el permiso por escrito de la administración", dijo Gopinath Parakuni, Secretario General de Cividep.