"A largo plazo la circularidad de los productos transformará todo el proceso productivo"
La industria del cemento enfrenta grandes desafíos en materia de sostenibilidad, en especial en los que atañe a su rol en la acción climática. Cementos Progreso es una de las empresas más grandes de Centroaméria y viene desplegando un gran liderazgo en los últimos años. En esta entrevista con Jorge Escoto, Gerente de Planificación y Estrategia Social, repasamos los principales ejes de de la gestión sostenible de la empresa.
¿Cuáles son los principales desafíos en materia de sostenibilidad que enfrenta la industria del cemento?
En general, las empresas de cualquier sector tenemos el desafío de traducir el concepto de sostenibilidad al lenguaje y a la gestión empresarial. La sostenibilidad es un concepto inacabado y conlleva desafíos que conviene destacar.
Para empezar, la sostenibilidad es un cambio disruptivo y un factor diferenciador clave, que conlleva enormes oportunidades para mejorar la productividad, la competitividad y el valor de mercado de las empresas. Al adoptar ese enfoque, entendemos la sostenibilidad como una necesidad de mercado; más que como un lineamiento de origen político, ideológico o regulatorio.
Por esa razón, en Cementos Progreso la Estrategia de Sostenibilidad 2025 es el núcleo vital de nuestra gestión empresarial, que se actualiza al cumplir cada ciclo de la estrategia.
¿Cuáles son los principales lineamientos de la estrategia de sostenibilidad de CEMPRO?
En Cementos Progreso concebimos la sostenibilidad empresarial como la triple capacidad para crecer, trascender y ser más resilientes en el largo plazo, con niveles sostenidos y sostenibles de rentabilidad, diversificación, innovación, reputación, valor compartido y acción sin daño.
Entendemos que en la “evolución de las empresas” no sobrevivirán las más rentables, sino las más sostenibles.
Con base en esas premisas conceptuales, actuamos en función de nuestros valores institucionales incluidos en nuestro Código de Valores, Ética Conducta (COVEC) y en dos principios clave: poner al ser humano en el centro de nuestra gestión y de nuestra respuesta; y hacer inversiones responsables bajo el principio fundamental de acción sin daño.
Aplicamos esos valores y principios ocurre en los cuatro pilares de nuestra estrategia de sostenibilidad: ser proveedor favorito, empleador preferido, líder ambiental y ciudadano responsable.
La sostenibilidad es parte integral de nuestro sistema de gestión empresarial, para garantizar la confiabilidad, trazabilidad, transparencia y medición apropiada de nuestros impactos y nuestras contribuciones al desarrollo sostenible, las cuales reportamos cada año.
Pero el reporte de sostenibilidad es el medio, no el fin, para plantearnos la pregunta central: ¿estamos con el ritmo y en la ruta correcta para alcanzar los KPIs que nos comprometimos alcanzar para el 2025?
¿Cómo trabajan en pos de la neutralidad del carbono?
Con base en nuestra estrategia interna de sostenibilidad y en alineación a los estándares mundiales de la industria del cemento y del concreto, estamos comprometidos a reducir nuestras emisiones, con metas específicas y horizontes de tiempo que se anunciarán muy pronto, para contribuir a una economía baja en carbono.
En la actualidad, emitimos 24.27 kgs de CO2 por cada saco de cemento que producimos, frente a un 27.03 kgs CO2 por saco en Centroamérica, de 25.16 kgs CO2 por saco en Estados Unidos y de 26.61 kgs CO2 por saco en Europa (cifras de 2014). En consecuencia, tenemos una de las emisiones de CO2 por saco más bajas del mundo.
Nuestra política tiene tres pilares: incrementar el uso de materias primas con menor intensidad de carbono; mantener una tasa de reforestación promedio de 1.2 millones de árboles al año (ya hemos sembrado más de 27 millones de árboles desde que inició el programa de reforestación); y continuar desarrollando estrategias de compensación y reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero.
Para bajar nuestras emisiones, la investigación e innovación son fundamentales. Cementos Progreso posee un Centro de Investigación y Desarrollo que lidera investigaciones propias y asociadas, que buscan mejorar e innovar nuestros productos. Uno de los focos principales de innovación, es la compensación y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, atendiendo las inquietudes de nuestras partes interesadas.
La industria es una gran emisora de CO2 en buena parte por la fabricación del clinker, ¿cómo evolucionan los indicadores de disminución de uso de clinker?
Empecemos por subrayar que Cementos Progreso produce uno de los cementos más “verdes” del mundo. Nuestro factor clinker actual es del 67.85%. En 2018, nuestro factor clinker era de 68.10%. Ambos son más bajos que el 75% del promedio mundial.
Estamos desarrollando un cemento denominado LC3, que reduciría el factor clinker al 48%. Es un cemento con menor huella de carbono, porque utiliza materiales cementantes alternativos, como la arcilla calcinada o activada térmicamente, que requiere menor temperatura (entre 800 y 900°C), y en su proceso de activación no libera CO2 al ambiente.
En la actualidad, estamos en la fase de pruebas industriales. La primera prueba fue exitosa con 180 toneladas producidas; una segunda prueba está en fase de planificación y consistirá en producir al menos 360 toneladas, probablemente en 2022. Esto reducirá aún más la cantidad de dióxido de carbono emitido por cada kilogramo de cemento producido.
Las investigaciones a nivel mundial se orientan a identificar aditivos que sustituyan un porcentaje del Clinker, sin comprometer las propiedades de resistencia del cemento. Pero es importante destacar que no es posible aplicarlas con la misma eficiencia en todas las regiones del mundo, ya que depende de la cantidad, calidad y propiedades de las materias primas disponibles en cada región.
¿Qué estrategia tienen con respecto a las energías renovables?
Privilegiamos el uso de energías limpias, para optimizar nuestra matriz energética. Por un lado, reduciendo las fuentes de consumo de combustibles fósiles; por otro, aumentando nuestra capacidad de uso de combustibles alternos. En 2020, reportamos que las energías renovables representan el 70.6% de nuestro consumo de energía eléctrica. Y que nuestra tasa de sustitución energética alcanza el 4.6% de nuestro consumo energético total, que llegará al 15% en los próximos años. Ya hemos hecho las inversiones y adaptaciones técnicas necesarias para lograrlo. La dificultad principal deriva de la poca cultura de manejo desechos a nivel de los gobiernos municipales, con los cuales establecemos alianzas para ayudarles a gestionar los residuos de su población y tener materia prima para la sustitución energética.
¿Qué avances han tenido en la gestión sostenible del agua?
El cemento es un producto que requiere poca agua en su proceso de fabricación, por lo que se considera un proceso industrial “en seco”. Se utiliza para enfriar los intercambiadores de calor en un proceso circular del agua, en el que solo se consume una baja proporción de agua que se evapora.
En 2020, redujimos en 7.2% nuestro consumo de agua, a pesar de haber puesto en funcionamiento, a plena capacidad, nuestra nueva planta de cemento, llamada San Gabriel.
Sin embargo, tenemos una oportunidad de mejora en nuestra tasa de reciclaje de agua que es del 4.4% del consumo total.
Construimos dos grandes reservorios con capacidad de captar hasta 256 mil metros cúbicos de agua de lluvia, que equivalen al 19% de nuestro consumo total de 2020. Eso significa que en el futuro próximo reciclaremos cerca de la cuarta parte del agua que consumimos. La totalidad de las aguas residuales que generamos son tratadas, previo a su disposición final en plantas de tratamiento, en todas nuestras operaciones.
Pero estamos conscientes que es preciso avanzar hacia una base más robusta de indicadores de estrés hídrico, medido a nivel de cuenca, de las áreas donde operamos.
¿Con qué enfoque gestionan los residuos?
Estamos en transición hacia un modelo de economía circular. En nuestro proceso vigoroso de expansión de inversiones regionales, estamos comprometidos a implementar, desde las primeras
fases, la circularidad para la gestión de nuestros residuos, cuyo aprovechamiento vemos como oportunidad.
En 2020, disminuimos un 41% la generación de residuos. De ese total, cada año reusamos, reutilizamos, reciclamos o co procesamos, poco más de la quinta parte de nuestros residuos. Solo el 0.35% de nuestros residuos califican como peligrosos y se gestionan de manera rigurosa como tales.
La economía circular también la estamos implementando en el tratamiento y reúso del agua consumida en nuestras operaciones; así como en los procesos de sustitución energética, gracias al aprovechamiento de los residuos de otras industrias que se convierten en fuente de generación de energía para nuestros hornos.
A largo plazo, la circularidad de los productos transformará todo el proceso productivo, pero, dada la naturaleza de nuestros productos, será una transformación gradual que cambiará por completo la forma en que producimos y hacemos negocios.
En su matriz de materialidad aparece que sus grupos de interés tienen a la Ética y el Cumplimiento como una demanda importante ¿Cómo han respondido a esta expectativa?
Desde su inicio, hace más de 120 años, la empresa se rige por los valores y principios de nuestro fundador, Carlos F. Novella. Al transcurrir los años, éstos se plasmaron en el Código de Valores, Ética y Conducta (COVEC), que es la base fundamental de nuestro modelo de negocio y de todo lo que hacemos. Incluso, más allá del cumplimiento regulatorio.
El COVEC nos llama a actuar con lealtad, integridad, transparencia, responsabilidad, justicia y ser incorruptible en nuestras relaciones con socios comerciales y partes interesadas. También nos compromete a promover y respetar los derechos humanos, a estimular la inclusión laboral y a no tolerar actos de discriminación por ninguna circunstancia.
A nivel interno, gestionamos la aplicación del COVEC a través de un comité de ética y riesgo de nuestro gobierno corporativo, conformado directores de junta directiva y gerentes del más alto nivel. A nivel externo, participamos activamente en iniciativas que promueven la ética, la transparencia y el anti soborno. Cementos Progreso fue la primera empresa que se adhirió al Pacto Global de Naciones Unidas y ha sido reconocida, por varios años consecutivos, como una de las empresas más éticas del mundo.
En 2020, fortalecimos nuestra política de ética y cumplimiento con la culminación del proceso de certificación de la Norma ISO 37001:2016 de “Sistemas de Gestión Antisoborno”.
La norma ISO 37001:2016 es un estándar que fortalece a las empresas, al sector público y a las organizaciones sociales, en la implementación de sistemas de gestión antisoborno. Alrededor de 357 controles participativos se han realizado como parte de este proceso de certificación, que culminará en el 2021, acompañados por la certificadora World Compliance Association. También avanzamos en la elaboración del Código de Ética para Socios Comerciales.
¿Cómo están abordando el tema de la participación femenina?
Las mujeres representaron el 14.8% del total de nuestros colaboradores en 2020. Pero, en nuestra operación principal que tiene sede en Guatemala, las mujeres ocupan el 41.3% de los cargos de responsabilidad y decisión, que incluyen las jefaturas, gerencias y puestos en la junta de administración. No obstante, las mujeres predominan en las jefaturas, más que en las gerencias o cargos directivos de alto nivel.
De acuerdo a los valores y principios de nuestro COVEC, nuestra política principal de talento humano se basa en la igualdad de oportunidades para todos. Garantizamos el acceso universal sin distingos por razones de sexo, étnica o cualquier otra circunstancia. Actuamos con firmeza contra el acoso sexual. Los requisitos y los salarios están asignados al puesto, no a las personas. Y la totalidad de nuestros colaboradores son evaluados cada año, a efecto de considerar promociones o aumentos salariales.
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