A medida que el mundo se enfrenta con los retos del aumento de la población, la mayor demanda de alimentos, el agotamiento de los recursos y el impacto del cambio climático, la función de la bioeconomía cobra cada vez más importancia. El desarrollo de tecnologías y la necesidad de encontrar alternativas a las reservas exhaustas de petróleo están contribuyendo a la gran expansión de lo que se conoce como «bioeconomía». El término bioeconomía se refiere a los sistemas de producción que privilegian procesos biofísicos o bioquímicos, ciencias de la vida y tecnologías genéricas relacionadas. El impacto del sector ya es visible en la agricultura, la pesca, las biorefinerías, la bioenergía, la biotecnología industrial y las nuevas formas de uso de la tierra y el mar.