Audi certifica su huella de carbono y presenta planes de reducción
La automotriz Audi realizó una valoración detallada de las emisiones en todas las fases del ciclo de vida de su producto automóvil, convirtiéndose en el primer fabricante premium en certificarse en la norma ISO 14064 para calcuar su huella de carbono. El aporte de la empresa es de 57 millones de toneladas de CO2 al año, aproximadamente un 0,16% de las emisiones mundiales. Tomando como punto de partida el año 2008 ahora Audi se propone reducir las emisiones de CO2 de su flota en un 25% en 2016.
Expertos de DEKRA Certification GmbH y DEKRA Certification Inc. confirmaron las fuentes de datos y los cálculos. Con la huella de carbono corporativa, la compañía muestra su transparencia en cuanto a las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo de toda la cadena de valor, lo que permitirá al Grupo Audi analizar esas emisiones de una forma aún más sistemática y reducirlas más eficientemente en el futuro.
La protección medioambiental y la conservación de los recursos tienen una prioridad alta para Audi, como afirma el miembro del Consejo de Dirección de la compañía para asuntos de Producción, Hubert Waltl: “Somos transparentes al calcular y publicar nuestra huella de CO2. Comunicamos con claridad cuales son las principales causas de emisiones en nuestra cadena de valor y las reduciremos aún más a lo largo del ciclo completo de vida”. Ya en el proceso de fabricación de un vehículo se produce, de media, un cuarto de las emisiones de su ciclo de vida completo. Por tanto, según comenta Waltl, es necesario centrarse en todas las áreas de influencia, tanto en el proceso de producción de Audi como en la cadena de suministro. “Éste es un elemento importante de la movilidad climática neutral, que cubre el ciclo completo de vida de un vehículo, desde la producción de las materias primas hasta el reciclaje”.
Como han confirmado los expertos de DEKRA, la huella de carbono corporativa del Grupo Audi a nivel mundial supone 57 millones de toneladas de CO2 equivalente cada año. Esta cantidad representa, aproximadamente, un 0,16% de las emisiones mundiales de CO2 en el año 2012. De manera pormenorizada, las emisiones durante la fase en que el vehículo está en uso representan el 73%, la producción de componentes por parte de los proveedores el 21% y las actividades logísticas de Audi suponen el 1,4%. Estos tres apartados son los que causan la proporción principal de las emisiones anuales.
La huella de carbono corporativa calculada incluye todas las emisiones de efecto invernadero del Grupo Audi durante el ciclo de vida completo de los modelos. Ésta se calcula de acuerdo con las directrices del “Protocolo de Gases de Efecto Invernadero”, reconocidas internacionalmente.
Todas las emisiones de CO2 directas e indirectas (campo de aplicación 1 y 2) están incluidas, como las emisiones de las plantas de producción y las provenientes de la electricidad y la calefacción, así como las llamadas emisiones del campo de aplicación 3, por ejemplo, las que tienen relación con la cadena de suministro y logística, con la producción de residuos y con los viajes de trabajo.
En comparación con el año 2008, Audi reducirá las emisiones de CO2 de su flota en un 25% hasta 2016. A ello contribuirán modelos como el Audi A3 e-tron, el Audi A3 Sportback g-tron y los Audi ultra. Además, el Grupo ha implementado numerosos proyectos para reducir aún más sus emisiones de CO2. Algunos ejemplos de esto podrían ser el centro de datos altamente eficiente desde el punto de vista energético y con certificación TÜV , el uso de electricidad y calor residual verdes y el “Tren Verde”, propulsado por electricidad regenerativa, que se emplea en el transporte de coches desde las instalaciones de Audi en Ingolstadt y Neckarsulm hasta el puerto de Emden, en el mar del Norte.