Este programa fue creado en 1995 como resultado de la alianza entre la Fundación American Express y la organización World Monuments Fund con la misión de identificar aquellos sitios históricos en peligro de perderse y destinar fondos para su recuperación. 
Las Misiones Jesuíticas del Siglo XVII y XVIII dejaron su huella en la cultura y en el paisaje de varios poblados en los actuales territorios de Argentina, Brasil y Paraguay. Poco tiempo después de sucedida la expulsión de los Jesuitas, las construcciones abandonadas comenzaron a sufrir daños y derrumbes, algunos de ellos irreversibles. Pero con técnicas y tratamientos modernos es posible salvar estas maravillosas obras y resguardar así una serie de monumentos históricos, que han sido declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, razón por la cual, la Fundación lleva donados en total U$S 150.000 para su conservación.
En nuestro país la donación será destinada a la misión de San Ignacio Miní ubicada en la provincia de Misiones, donde se concretará la rehabilitación edilicia y la actualización del contenido de su Centro de Interpretación, en el cual se posibilitará la divulgación de información específica de la región y su historia. 
En tanto en Brasil y Paraguay los fondos serán utilizados para restaurar las construcciones e impedir la pérdida definitiva de la misión de Sâo Nicolau y de La Santísima Trinidad que se encuentran en avanzado estado de desestabilización.
Antecedentes
En octubre de 2004 se finalizó en las ruinas de San Ignacio Miní la primera restauración financiada por una donación de U$S 50.000 por parte de la Fundación American Express a través del programa World Monuments Watch. 
Asimismo, hicieron posible la finalización de las obras las contribuciones hechas por el World Monuments Fund Robert W. Wilson Challenge to Conserve Our Heritage, la Fundación Antorchas, la Fundación Bunge y Born, el Programa Misiones Jesuíticas del Gobierno de la Provincia de Misiones y la Municipalidad de San Ignacio. 
El objetivo de la obra fue detener el derrumbe del dintel y salvaguardar el portal Este del Templo Mayor, que vinculaba su interior con el denominado Patio de los Padres. Los trabajos fueron supervisados por la Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos y el Gobierno de la Provincia de Misiones (Programa de Misiones Jesuíticas).