El 88% de los empresarios considera que la opinión pública es el principal motor de la RSE
El deseo altruista de preservar el medio ambiente ocupa un lugar poco importante en la agenda de las empresas, de acuerdo con la edición 2011 del International Business Report (IBR) de Grant Thornton. Sólo el 36%de las empresas en el mundo están motivadas a adoptar prácticas más éticas por un deseo de “salvar al planeta”, una caída contra el 40% registrado en 2008. IBR es un estudio de las opiniones de 11,000 empresas privadas en 39 economías del mundo.En Argentina, el 88% de los empresarios encuestados consideró que la opinión pública es el principal motor para las prácticas de responsabilidad social empresaria (RSE) en sus industrias.
En Argentina, el 88% de los empresarios encuestados consideró que la opinión pública es el principal motor para las prácticas de responsabilidad social empresaria (RSE) en sus industrias. Esta opiniónes 19 puntos porcentuales mayor a la del anterior estudio de responsabilidad social de IBR aplicado en el 2008, cuando la opinión pública obtuvo un 69% de menciones. El segundo factor determinante para esta actividad fue la administración de costos con 69% (60% en 2008). El propósito real de la responsabilidad social empresaria, el salvar al planeta, fue la tercera prioridad en Argentina con un 63% (23 puntos porcentuales arriba del resultado de 2008 de 40%).
“El compromiso con el medio ambiente y nuestra comunidad debiera ser prioritario para todas las empresas argentinas y del mundo. Todos podemos contribuir a salvar nuestro planeta, implementando acciones internas de responsabilidad social y cuidado de los recursos, con beneficios mismos en los costos de las empresas,” opina Arnaldo Hasenclever, managing partner de Grant Thornton
Sin embargo, las empresas en el mundo siguen enfocadas en los méritos de RSE en relación a la construcción de marca, la atracción de empleados clave y la obtención de futuros contratos. A nivel global, el 56% de las empresas mencionan a la opinión pública/construcción de marca, el reclutamiento/retención de empleados como los impulsores principales, junto con la administración de costos, destacando la importancia de laopinión pública en definir las prioridades de RSE de las empresas.
Mientras que las empresas en mercados maduros continúan lidiando con un crecimiento lento, las empresas en economías emergentes parecen estarmás preocupadas por reducir su impacto en el medio ambiente: el 62% de los países latinoamericanos y el 59% del grupo del Sudeste Asiático mencionan “salvar al planeta” como un impulsor de prácticas de negocios más éticas, comparado con sólo un 30% en la Unión Europea, un 27% en el G7 y apenas 16% en América del Norte.
Los niveles de actividades de RSE relacionadas con el medio ambiente, la fuerza laboral y la comunidad más amplia varían significativamente entodo el mundo. Las empresas en Europa del Norte y África, junto con la mayor parte de América del Norte y Asia Pacífica lideran las prácticas socialmente responsables, mientras que las empresas de Europa continental se encuentran bastante por detrás.
En lo que se refiere a informar las prácticas de RSE, la encuesta IBR encontró cierta polarización: un 25% de las empresas a nivel globa lreportan sus actividades de responsabilidad social, pero esta cifra se eleva hasta un 53% en América Latina y un 41% en las economías BRIC y cae hasta un 17% en América del Norte, un 18% en las economías G7 y un 26% en la Unión Europea.
Adicionalmente, las empresas tienen opiniones divididas respecto de sireportar las actividades de RSE debería integrarse con la información financiera: a nivel mundial el 44% opina que esto representa una mejor práctica, mientras que el 40% no está de acuerdo, y un 17% no está decidido al respecto.
En Argentina, el 32% de los empresarios encuestados cree que se debe comunicar abiertamente las prácticas de RSE.
Además, Argentina fue elsegundo país que más alto porcentaje tuvo con respecto a la opinión deintegrar las actividades de responsabilidad social a la informaciónfinanciera con 88% contra un 12% que está en desacuerdo, sólo detrás de México que tuvo un 89%.