Los miembros del Centro Interreligioso de Responsabilidad Corporativa y un grupo de accionistas han exhortado a sus empresas a prohibir el uso no terapéutico de antibióticos en la producción de carne. Hoy en día estos inversores presentaron una resolución formal a McDonald para abordar esta cuestión.

Los informes de la Organización Mundial de la Salud, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, y el Consejo sobre Ciencia y Tecnología Presidente indican que la creciente resistencia a los antibióticos es una crisis de salud pública mundial que amenaza con revertir muchos de los avances médicos realizados a lo largo del siglo pasado. Las infecciones resistentes a los antibióticos causan más de 2 millones de enfermedades humanas y 23.000 muertes cada año en los EE.UU. y cuestan a la sociedad entre $ 55 y $ 70 mil millones anuales.

El uso excesivo de estos medicamentos, incluyendo el uso no terapéutico de antibióticos en la agricultura animal, principalmente para promover el crecimiento de los animales y prevenir brotes de enfermedades en la alimentación de animales concentrados, ha sido citado como un factor importante que explica la resistencia a los antibióticos en las personas. En 2011, el ganado utilizó el 80% de todos los antibióticos que se venden en los Estados Unidos.

Susan Mika de la Congregación de Hermanas Benedictinas de Boerne, dijo " McDonald actualizó recientemente su política de cría de pollos sin antibióticos y dio un importante paso adelante en la producción de carne sostenible y un reconocimiento de que la sobreexposición a los antibióticos tiene consecuencias negativas en la salud pública. Pero, nos preguntamos por qué no se está aplicando este importante compromiso con la carne de ternera y cerdo, si las hamburguesas son uno de los pilares de los negocios de McDonald. Este doble estándar no tiene sentido para nosotros ".

La representante de Nueva York, Louise Slaughter, mencionó la reintroducción de la Ley de Preservación de Antibióticos para el Tratamiento Médico (PAMTA) que prohibiría el uso no terapéutico de antibióticos médicamente importantes en la producción de alimentos de origen animal.

Louise Slaughter agregó que "Esta legislación evitaría que ocho clases de antibióticos críticos sean usados de forma rutinaria en animales sanos y que se los reserve sólo para los humanos enfermos y los animales enfermos. En este momento, estamos permitiendo que el mayor avance médico del siglo 20 se desperdicie, en parte porque es más barato para las granjas industriales alimentar a a los animales con estos medicamentos críticos en lugar de limpiar las deplorables condiciones en la granja".

La aprobación del proyecto se ha estancado en el Congreso debido a la fuerte lobby en contra por parte de las empresas agroindustriales y farmacéuticos.

Los accionistas están pidiendo que McDonalds actualice la política antimicrobiana y las haga cumplir a sus proveedores de carne:

1) Prohibir el uso de antibióticos importantes para la medicina humana en la cadena de suministro de carne (incluida la de pollo, carne de res y cerdo), para fines distintos de tratamiento de la enfermedad o el control no rutinario de la enfermedad veterinario diagnosticada (por ejemplo, prohibir el uso de crecimiento promoción y prevención de enfermedades de rutina, también conocida como profilaxis).

2) Identificar los plazos para la aplicación mundial de la visión, incluso para las carnes actualmente no suministrados por proveedores dedicados.