El acuerdo incluye teléfonos, computadoras, heladeras, televisores y otros electrónicos. Las propuestas forman parte del proceso de desarrollo de la responsabilidad compartida para el ciclo vital de los productos electrónicos, con el fin de promover la adecuada eliminación después del uso de estos productos y el desecho adecuado de los residuos.

Tras el análisis, las propuestas deben ser aprobadas por un Comité Directivo (CORI), coordinado por el Ministerio de Ambiente e integrado por cuatro ministerios (Finanzas, Salud, Agricultura y Fomento, Industria y Comercio Exterior) y sujeto a consulta pública.

El acuerdo sectorial, que vendrá sobre la base de las propuestas presentadas, se dirigirá a los detalles de la disposición de cada categoría de productos, desde teléfonos celulares a los electrodomésticos grandes. "Estamos entrando en un nuevo territorio, y el diálogo es muy importante para la construcción del acuerdo", dijo el Secretario de Recursos Hídricos, Ney Maranhão. "Mientras más transparentes son las propuestas, más rápido será el proceso."

Las negociaciones con el sector privado, sin embargo, existen más de un año. Para la Gerente de Residuos Peligrosos del Ministerio, Sabrina Andrade, la recepción de la industria para aceptar implementar un modelo de logística inversa de electrónicos ha sido positiva. "Hay un sentimiento común de cambio en la mentalidad de la industria", dijo. "La sostenibilidad es algo que ya forma parte de la industria."

El gerente de Responsabilidad Social de la Industria Eléctrica y Electrónica Brasileña (ABINEE), Ademir Brescansin, reiteró la importancia de trabajar juntos en la construcción del acuerdo. "Queremos unir los esfuerzos de todos los sectores involucrados, tales como la industria, los fabricantes, importadores y el comercio en general, a fin de lograr el menor impacto para todos", explicó.

La logística inversa es un instrumento de desarrollo económico y social, que se caracteriza por el conjunto de acciones, procedimientos y medios que permitan la recogida y recuperación de residuos sólidos junto con el sector empresarial, para la reutilización y el reciclaje de su ciclo en otros ciclos de producción, o de otro tipo de disposición ambientalmente adecuada. El convenio sectorial es un contrato, firmado entre el gobierno y los fabricantes, importadores, distribuidores o minoristas, en vista de la aplicación de la responsabilidad compartida para el ciclo de vida del producto.