Los canales de denuncia son recomendados por los Principios Rectores de DD.HH y empresas como mecanismos de prevención y remedio de violaciones a los derechos laborales. De conformidad con el Principio 31 de los Principios Rectores de la ONU, los canales de denuncia deben ser legítimos, accesibles, predecibles, equitativos, transparentes, compatibles con los derechos, una fuente de aprendizaje continuo y basado en la participación y el diálogo.

El estudio de SOMO concluye que la mayoría de los trabajadores encuestados tienen conocimiento acerca de cómo presentar una queja usando al menos un canal. Sin embargo, no queda claro en la mayoría de las fábricas si los trabajadores estaban presentando quejas a través de los canales oficiales de la empresa o a través de canales informales.

El estudio recomienda a las empresas trabajar más para aumentar el conocimiento de sus canales de denuncia y educar continuamente a los empleados sobre el proceso de reclamación. La mayoría de los trabajadores no son conscientes de cómo se manejan las quejas y una gran mayoría tienen muy poca confianza en el proceso.

Se encontró una gran diferencia entre lo que las empresas afirman y la percepción del empleado. El alto nivel de desconfianza y el bajo porcentaje de reclamaciones resueltas satisfactoriamente demuestra un pobre desempeño general de las empresas del sector.