Obama divide a las empresas de EEUU con su política de reducción de carbono
Barack Obama propuso reducir las emisiones de dióxido de carbono de las centrales eléctricas de Estados Unidos en un 30 % para 2030. Para la Cámara de Comercio de Estados Unidos la medida traerá un costo enorme y reducción de empleo. Otro grupo de 128 empresas nucleadas en Climate Declaration, con gigantes como Nike, Unilever, Apple e Intel, apoyó la medida.
“Las nuevas regulaciones anunciadas por EPA añaden un inmenso costo y cargas reglamentarias a los creadores de empleo en Estados Unidos. Tendrán un profundo efecto en la economía, las empresas y las familias. La Cámara va a participar activamente en el proceso de consulta de la EPA sobre el presente reglamento, y vamos a explicar a nuestros miembros y afiliados sobre sus impactos”, advirtió Tom Donohue, CEO de la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
"Como empresas interesadas en las consecuencias inmediatas y a largo plazo del cambio climático, apoyamos firmemente los principios detrás del proyecto del Estándar de Contaminación de Carbono para las centrales existentes publicadas" dice la carta de enviada a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y firmada por 128 empresas de Estados Unidos.
"El cambio climático, impulsado por la contaminación de carbono, implica riesgos para nuestra salud, nuestra economía y nuestra forma de vida. EPA está cumpliendo con una pieza vital del Plan de Acción Climática del presidente Obama al proponer un plan de energía limpia que reducirá la contaminación de carbono en nuestras plantas de energía", dijo el administrador de la EPA Gina McCarthy.
“Como usuarios de la tercera parte de la energía producida en los Estados Unidos, los fabricantes confían en la energía segura y asequible para competir en una economía global fuerte, y las ganancias de los últimos años son en gran parte debido a la abundancia de energía que ahora disfrutamos. La propuesta de la EPA, sin ayudas, podría eliminar esta ventaja competitiva mediante la eliminación de fuentes confiables y abundantes de energía a partir de la combinación energética de nuestra nación. Es una clara indicación de que la Administración de Obama está en un punto muerto en su estrategia energética, y por desgracia, los fabricantes están dispuestos a pagar el precio de esta política miope”, criticó Jay Timmons, CEO de la National Association of Manufacturers (NAM) de Estados Unidos.