ABP es un fondo con un patrimonio de 292 billones de euros que es el último, luego de la noruega KLP y el Fondo de Pensiones de Nueva Zelandas, en desinvertir en la empresa japonesa luego del desastre nuclear de Fukushima en 2011. Se ha desprendido de su participación de 18 millones de euros por motivos de seguridad, advierte la empresa. 

El fondo informó que TEPCO no respondió a las reiteradas peticiones para discutir la seguridad pública y del medio ambiente y esto motivó a que vendiera su participación en el cuarto trimestre de 2013 por un monto no revelado.

ABP dice que TEPCO violaba sus normas de seguridad, tanto durante como después del episodio de Fukushima. Además, TEPCO ha sido excluida del Pacto Mundial de Naciones Unidas, que ABP utiliza para guiar su inversión responsable.

En diciembre, KLP excluyó a TEPCO ante el riesgo de lo que nuevos vertidos de material radiactivo de la planta implicarían para las inversiones, ya que "representan un riesgo potencial de complicidad con graves daños ambientales".