Según estimaciones de las Naciones Unidas, entre enero de 2016 y septiembre de 2019, se registraron casi 6.000 vehículos eléctricos livianos en América Latina y el Caribe. Durante ese periodo, el mayor crecimiento se dio en países como Colombia, México, Costa Rica y República Dominicana.

En el marco de un avance definitorio del concepto de “ciudades inteligentes”, la  electromovilidad puede mejorar la seguridad y la resiliencia energética, ayudar a reducir los efectos negativos en la salud causados por la polución local, mejorar los servicios de transporte y electricidad, e incidir en el proceso de descarbonización de América Latina. A medida que se consolide, además, podría desarrollar nuevas cadenas de valor en la industria digital y automotriz. 

Hoy ya se sabe, por la experiencia en los países desarrollados, que una de las mejores estrategias de promoción de vehículos eléctricos es incrementar la disponibilidad de infraestructura de carga pública. 

Existe alrededor de esta idea una dilema del huevo y la gallina. Las empresas de electricidad y los Estados encargados de la instalación de cargadores, no estarían dispuestos a asumir la inversión de instalar la infraestructura, sin existir una oferta de mercado de automóviles que la justifique. Las automotrices ,por su parte, buscan cooperar con estos dos sectores, mientras avanzan con sus propias estrategias. 

Es así que los países de la región se ha avanzado en desarrollar una infraestructura de carga pública que complemente la carga doméstica. Esta infraestructura en muchos casos es más una estrategia para incrementar la visibilidad, y es instalada principalmente por las mismas empresas de autos para promocionar sus vehículos, o por las empresas de energía locales, que ven la oportunidad de negocio. La petrolera argentina YPF, por ejemplo,  instaló 220 estaciones de carga rápida en los últimos años.

En su informe "Movilidad eléctrica: Avances en América Latina y el Caribe 2019”, el  Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) resalta  el liderazgo de las ciudades en el desarrollo e implantación de esta tecnología. El PNUMA advierte que “existe una evidente proliferación del número de puntos de carga en muchos países de la región, así como la aparición o expansión de corredores de carga que permiten cubrir amplias distancias y que incentivan la adquisición y/o el uso de vehículos eléctricos por parte de sus ciudadanos”. 

Indudablemente, hay muchos desafíos en materia de infraestructura de movilidad eléctrica como las  redes de recarga o electrocorredores y la estandarización de las tecnologías utilizadas, pero hoy la región exhibe procesos de innovación en las tecnologías, nuevos modelos de negocios y de mecanismos de financiamiento que permiten afirmar que la electromovilidad llegó para quedarse. 

Como dato adicional que apoya esta idea, se espera que para el 2025 disminuyan en un 40% los costos de la infraestructura de carga, facilitando su implementación y masificación. 

El ecosistema de empresas involucradas en la fabricación y venta de vehículos eléctricos está trabajando desde tres puntos de vista principalmente: el desarrollo de baterías para incrementar el rango de manejo de los vehículos, la disminución del tiempo de recarga, y el establecimiento de infraestructura de carga , sobre todo pública. Los fabricantes de estaciones de carga , en conjunto con los fabricantes de autos, los gobiernos y las empresas privadas se están enfocando en desarrollar la infraestructura necesaria para satisfacer esta demanda.

Con el fin de fomentar esta transversalidad, se ha potenciado la cooperación estratégica birregional norte/sur entre América Latina y la Unión Europea en el ámbito de, por ejemplo, la estandarización y la interoperabilidad de la infraestructura eléctrica y de recarga para vehículos eléctricos. 

Este desarrollo se ha llevado a cabo por parte de inversionistas estratégicos como empresas de energía y del sector automotriz que, en línea con la tendencia global, han liderado estos esfuerzos. Ejemplos de ello son Brasil y Chile, que pusieron en marcha dos corredores de vehículos eléctricos (también conocidos como “electrocorredores”) de una distancia aproximada de 730km. Por su parte, Uruguay fue el primer país de la región en instalar un electrocorredor.

En segundo lugar, Barbados, Costa Rica, Chile y México ya cuentan con redes para la recarga de vehículos eléctricos – otros países se encuentran en proceso. Este tipo de redes permite habilitar sistemas de gestión y facturación de los servicios de recarga. Sin embargo, es interesante subrayar que, hasta el momento, son pocos los centros de carga pública que cobran por este servicio. Esto se debe, por un lado, a que todavía se considera este tipo de servicio como una manera para promover la tecnología y, por otro, a la existencia de marcos legales restrictivos para la venta de electricidad por empresas o individuos externos al sector. 

- Audi

Audi pronto financiará directamente la generación de electricidad renovable; la asociación con los proveedores de energía también está destinada a cubrir los procesos de carga que aún no se llevan a cabo con energía verde en la actualidad. El objetivo es aumentar la proporción de electricidad generada por los socios a partir de fuentes renovables junto con el aumento adicional de la proporción de automóviles eléctricos en la carretera. 

Los clientes de Audi ya pueden, por ejemplo, utilizar las soluciones de energía verde que ofrece la filial de Volkswagen. Elli.(Electric Life) para cargar sus coches en casa hoy. Para cargar en la carretera, la red de carga IONITY y muchos otros operadores de puntos de carga ya confían en la energía verde.

“Estamos trabajando duro para hacer posible la movilidad neutra en carbono. La expansión de las fuentes de energía renovable a escala industrial es el siguiente paso lógico. Nuestro primer proyecto, un enorme parque solar en Mecklenburg-Vorpommern, entrará en funcionamiento en 2022 ”, dice Oliver Hoffmann, miembro del Consejo de Administración de Desarrollo Técnico. 

- Renault Group

Renault Group acaba de anunciar una nueva infraestructura para la recarga de sus automóviles eléctricos e híbridos enchufables, denominada Mobilize Power Solutions, que está diseñada para ofrecer una solución a las empresas y simplificar el método de recarga de energía eléctrica en este tipo de vehículos.
Mobilize Power Solutions es la idea de Renault para recargar sus coches llave en mano, desde el asesoramiento, el diseño, la instalación y la explotación de las estaciones de recarga.
Esta división creada por la firma francesa interviene en todas las etapas del proceso, tratando de optimizar la energía y la integración de energías renovables. También se centra en mejorar el coste total de propiedad (TCO), que hace referencia al desembolso total de posesión de un bien, en este caso de uno de sus vehículos.
Renault Group afirmó que se diseñan soluciones a medida, ajustadas a las necesidades, objetivos y planes futuros de sus clientes. De esta forma, las flotas de sus automóviles alimentados con electricidad dispondrán de mejores condiciones.

- General Motors

La asociación de General Motors con el gigante de la construcción Bechtel Corporation quiere compensar este déficit de carga rápida existente hoy en día. “General Motors está ampliando sus esfuerzos en la implementación de la infraestructura de recarga”, asegura Keros, abarcando programa para flotas comerciales o instalaciones personales para viviendas particulares. Pero la asociación con Bechtel lleva otra dirección, centrándose en pabellones de carga rápida urbanos en las que se situarían entre 5 y 10 puntos de recarga con potencias de 350 kW. "No vamos a competir en la implementación de corredores de recarga rápida en autopistas, la red, propuesta por Bechtel será para recarga urbana y suburbana".

- Tesla

En el mes de junio Tesla abrió su red de carga rápida a coches eléctricos de terceras marcas. Una red de supercargadores que ya cuenta con más de 25.000 puntos de recarga rápida en todo el mundo.
El anuncio se ha realizado a las autoridades noruegas según indica el portal especializado Electrek. La iniciativa implica que los coches eléctricos de otras marcas podrán acceder a la que, hasta ahora, era una red reservada única y exclusivamente a los vehículos de Tesla.