El rol de los inversores en la reducción de la pobreza
“La búsqueda de beneficios económicos para los accionistas no es incompatible con modelos de inversión que promuevan la reducción de la pobreza y favorezcan el desarrollo. Lo que necesitamos, es entender qué políticas de inversión maximizan los beneficios sociales y cuáles son las barreras que lo impiden”, afirmó Susana Ruiz, responsable de ciudadanía y gobernabilidad de Intermón Oxfam durante el lanzamiento del informe “Better returns in a better World: el rol de los inversores institucionales en la reducción de la pobreza y el desarrollo” que la organización presentado en ESADE.
El informe es el resultado de la iniciativa “Better retuns in a better World”, un proyecto de investigación de dos años que comenzó en 2008 y que tiene por objetivo precisamente encontrar esos obstáculos y proponer los mecanismos que permitan que los inversores institucionales (fondos de pensiones, compañías de seguros, gestoras de inversión) tengan un mayor impacto en la reducción de la pobreza. Se trata de un proyecto innovador, que contó con la participación de más de 80 inversores de Europa y Estados Unidos, entre ellos: JP Morgan, Morgan Stanley, Aviva Investors, Cédit Agricole Chevreux, o Calvert Investments,.
La investigación identifica tres obstáculos a las inversiones socialmente responsables en el modelo económico actual: la falta de demanda por parte de los propietarios de los activos para que los gestores tomen en consideración los factores sociales y ambientales en sus decisiones de inversión; el cortoplacismo de los ciclos de inversión en detrimento del desarrollo que requiere una visión de largo plazo; y la ausencia generalizada de transparencia de las compañías, que proporcionan poca o nula información sobre la forma en que abordan la inversión responsable, cuando la hacen.
El informe destaca, además, el papel crucial que deben jugar los gobiernos estableciendo marcos regulatorios apropiados, buscando mecanismos que frenen la especulación excesiva (como el establecimiento de una tasa a las transacciones financieras) o garantizando la transparencia de las empresas imponiendo un informe global de responsabilidad corporativa que incluya información relevante sobre aspectos sociales, ambientales y financieros y un modelo de reporte financiero que traslade una imagen de la actividad real de la empresa en las distintas jurisdicciones en las que opera.
“La crisis económica ha avivado el debate sobre el papel que juegan los inversores institucionales en la sociedad y la necesidad de cambiar el modelo económico que nos llevó a ella. El objetivo de los inversores es crear valor económico, pero cada vez son más los que entienden que esto no puede lograrse a cualquier precio. BRBW es una iniciativa pionera para que inversores, fuerzas públicas y sociedad civil aúnen intereses y energías para contribuir al desarrollo. El potencial es enorme, los costes mínimos,” concluye Ruiz.