El empleo es crucial para el éxito del tratamiento del HIV/SIDA
Las personas que viven con VIH y que tienen trabajo tienen casi 40% más de probabilidades de cumplir con el tratamiento del VIH que quienes están desempleados, sostiene un nuevo estudio de la OIT publicado en vísperas del Día Mundial de la lucha contra el Sida.
El informe – The impact of Employment on HIV Treatment Adherence (El impacto del empleo sobre el cumplimiento del tratamiento del VIH) – analiza los resultados de 23 estudios, que abarcan más de 6.500 casos, sobre la relación entre empleo y tratamiento del VIH. El análisis fue complementado por una serie de encuestas y entrevistas telefónicas realizadas por la OIT.
El estudio encontró evidencias de que las personas que viven con el VIH siguen el tratamiento con mayor éxito cuando tienen un empleo que cuando no lo tienen. Esto se debe sobre todo a que disponen de recursos económicos para pagar los servicios de salud, los medicamentos y el apoyo necesarios, y que pueden tener una alimentación suficiente.
“Si bien el acceso al tratamiento ha incrementado de manera drástica en los últimos años, garantizar que las personas que viven con el VIH logren seguir los regímenes de tratamiento continúa siendo un desafío. Del informe se desprende claramente que el empleo, y en general el papel del lugar de trabajo, son vitales para alcanzar el objetivo de ofrecer acceso al tratamiento a 15 millones de personas que viven con el VIH para 2015”, declaró Alice Ouédraogo, Directora de ILO/AIDS.
El impacto del desempleo
El informe presenta conclusiones de países de bajos, medios y altos ingresos de África, Asia y América del Norte. Constata que el desempleo, en particular en los países de medios y bajos ingresos, afecta la capacidad de las personas de acceder al tratamiento, lo cual puede ocasionar interrupciones, baja reducción de la carga viral y, a la postre, el fracaso del tratamiento.
El desempleo puede además dar lugar a la depresión, y a conductas y situaciones que se ha comprobado que son factores de la falta de cumplimiento, incluso un cuidado personal insuficiente, abuso de sustancias nocivas, pérdida del domicilio y, en algunos casos, actividad criminal que puede conducir al encarcelamiento.
Las mujeres tienen mayores probabilidades de tener acceso a las terapias antirretrovirales (ARV) en la mayoría de las regiones del mundo, sobre todo en las zonas con alta prevalencia del VIH. Como resultado, el cumplimiento del tratamiento es generalmente más alto entre las mujeres. Sin embargo, el empleo es un factor determinante para ayudar a los hombres a seguir los regímenes terapéuticos, ya que tienen una mayor seguridad financiera y alimentaria y pueden tener acceso a los servicios de tratamiento ARV en el lugar de trabajo.
Las personas que viven con el VIH y que ocupan un trabajo informal tienden a experimentar dificultades para seguir los regímenes de tratamiento. Una mujer que vive con el VIH entrevistada para el estudio declaró: “Es menos probable que los trabajadores del sector informal o de pequeñas y medianas empresas que no están cubiertos por seguros o pólizas de salud cumplan con la terapia ARV, porque su salario no es lo suficientemente alto o no lo reciben con regularidad”.
En algunos países, cono Estados Unidos, donde existen redes de seguridad para ofrecer a las personas que viven con el VIH acceso a una ayuda económica, el impacto del desempleo en el cumplimiento del tratamiento es menos grave.
Pero se comprobó también que el estigma afecta a quienes sí tienen empleo. Algunos trabajadores no revelan su estado serológico porque tienen miedo de la estigmatización y por lo tanto no acceden a la terapia ARV, mientras que otros no toman su medicamento por temor a que los colegas los vean.
Ayudar a las personas que viven con el VIH a cumplir la terapia ARV
El informe formula diversas recomendaciones específicas para ayudar a mejorar el cumplimiento de la terapia ARV, que incluyen:
- Otorgar prioridad a las acciones que favorecen la independencia económica de las personas que viven con el VIH.
- Mejorar los esfuerzos a nivel nacional a fin de elaborar nuevas políticas de lucha contra la discriminación y reforzar las leyes antidiscriminatorias existentes en el lugar de trabajo.
- Ofrecer incentivos directos para seguir con el tratamiento ARV, como distribución de alimentos y ayuda económica.
- Aumentar las horas de apertura de los servicios sanitarios que ofrecen tratamiento ARV para permitir un acceso más amplio.
- Que los empleadores adopten medidas que ofrezcan flexibilidad a las personas que viven con el VIH que necesitan modificar sus condiciones de trabajo. Esto incluye licencias para acudir a los servicios sanitarios a fin de buscar sus medicamentos y apoyo para ayudarlos a cumplir su tratamiento.
- Que los gobiernos fortalezcan los sistemas de salud, incluyendo medidas para la formación y la retención del personal de la salud y garantizar la sostenibilidad del suministro del tratamiento.
- Garantizar que los sistemas de protección social respondan a las necesidades de las personas que viven con el VIH y proporcionarles el apoyo necesario para que cumplan con el tratamiento.