El video fue lanzado en YouTube a principios de agosto junto al hastag #UnileverPollutes. La campaña se ha vuelto tendencia en las redes y ha sumado más de 85.000 firmas a nivel mundial en una carta que solicita al CEO de Unilever, Paul Polman, supervisar personalmente los esfuerzos de remediación sociales y ambientales.

Sofia Ashraf denuncia a Unilever por presunto envenenamiento por mercurio de los ex trabajadores de una planta de fabricación en Kodaikanal, una ciudad en el estado de Tamil Nadu de la India.

Unilever respondió al video afirmando que "no hubo efectos adversos sobre la salud de los trabajadores o el medio ambiente". 

El pedido de cierre de fábrica emitido por la Junta de Control de la Contaminación del estado de Tamil Nadu en abril del año 2000 demuestra lo contrario. Las pruebas ofrecidas por el órgano de control muestran derrame de mercurio en zonas de la planta.

Además, se cargaron varios testimonios de ex empleados en YouTube y Facebook sobre el efecto de la contaminación en su salud a partir de trabajar en la planta de Unilever.

La viralización de estas denuncias han demostrado a las empresas que las redes sociales son una herramienta eficiente para la denuncia social. La consultora inglesa Verdantix recomienda a los ejecutivos de sostenibilidad mejorar su trabajo en comunicación y transparencia y no limitarse a publicar un informe anual de sostenibilidad.