Lanzan sistema de microfranquicias para negocios inclusivos
Con el propósito de apoyar a los emprendedores en México, Fundes Latinoamérica presentó su modelo de microfranquicias, en alianza con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través del Fondo Multirateral de Inversiones (Fomin) y el Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem). Se inició el programa piloto con seis microfranquicias con empresas como Microsoft, Masisa, Nestlé y Peñafiel.
Elfid Torres, director ejecutivo de Fundes Latinoamérica, explicó que este modelo de negocio de microfranquicias se diseñó como una herramienta de inclusión social y económica para la población base de la pirámide. Se trata de crear tres modelos de micro franquicias que pudieran ser “compradas” por poblaciones vulnerables por sus condiciones de pobreza o pobreza extrema, situación de desamparo o bien de desempleo.
“Estas microfranquicias serán un ganar-ganar tanto para los franquiciados como para las grandes empresas que deseen participar, las cuales podrán diversificar sus prácticas de responsabilidad social contribuyendo al desarrollo económico de población de escasos recursos”, agregó Torres.
Enrique Jacob Rocha, presidente del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), consideró como una gran oportunidad para los emprendedores este modelo de negocio. “Ya iniciamos un programa piloto, tenemos registradas inicialmente seis microfranquicias con empresas como Microsoft, Masisa, Nestlé y Peñafiel; pensamos lanzarlo con mucho mayor fuerza el próximo año”.
Joel Narváez, director general de Fundes México, detalló en entrevista que el modelo de negocio de las microfranquicias va en dos niveles y para ello trabajan en la invitación a grandes empresas. Confió que en que otras 20 compañías se incorporen al programa.
Narváez ejemplificó este modelo de microfranquicias con la marca Tostitos y sus Tosticentros, “Pepsico, a través de su marca Tostitos, hizo una convocatoria en las Universidades donde invitaban a los jóvenes a postular proyectos para poner Tosticentros y las mejores propuestas eran los ganadores”.
El modelo más avanzado es aquel que deriva de un planteamiento de gran empresa. Y dentro de este grupo de modelos el ejemplo más exitoso es el de la empresa chilena Masisa que vende paneles de aglomerado de madera. El asunto es así a grandes rasgos: el emprendedor “compra la franquicia” y la gran empresa se la vende y no sólo le da llave en mano sino que le capacita y provee de las herramientas tecnológicas que va a requerir. Además el proyecto le ofrece soporte o capacitación en materia de administración de un negocio.
Un cliente requiere de un librero o un mueble. Un representante, empresario dueño de la micro empresa, previamente capacitado, le visita y con la tecnología a la mano le ofrece dos o tres o más alternativas de diseño.
El cliente acepta el presupuesto; el empresario hace el pedido a Masisa que le manda la materia prima ya con cortes hechos y todo lo necesario para armar el producto solicitado por el cliente. El empresario luego arma y entrega el producto que un software ayudó a diseñar.
Narváez destacó que en cuanto al costo total de estas microfranquicias, por definición estará por debajo de los 50,000 pesos pero solamente entre un 10 y 20% de esta cantidad será absorbida por el emprendedor, puesto que Fomin fondeará una parte y el Inadem también apoyará.
Cinco modelos ya están desarrollados y Fundes acepta que cualquier gran empresa que quiera conformar un modelo de microfranquicia (social) pueda acercarse a ellos para que pueda ser considerado dentro del portafolios de alternativas de micro franquicias disponibles.
Fuente: Fundes