El SDGF ha sido el primer mecanismo de cooperación para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que ha comenzado su labor analizando cómo se puede trabajar con las empresas. Para ello, ha constituido un grupo consultivo internacional, en el que aparecen cuatro empresas españolas: la Fundación Microfinanzas BBVA, Ebro Foods, Ferrovial y la Fundación Seres. El testimonio de estas compañías y su trabajo están siendo claves para desarrollar la guía y aplicarla en el futuro.

Motores de cambio

Esta iniciativa quiere poner en valor el potencial que tienen las empresas para contribuir al desarrollo económico, social o medioambiental con su actividad. Las compañías pueden generar impactos positivos a través de sus operaciones, la creación de cadenas de valor, la concienciación o haciendo inversiones sociales.

“Las empresas, además de sus proyectos y sus donaciones, tienen que aportar creatividad en sus procesos. Transportar su know-how para que pueda servir”, explica Lidia del Pozo, directora de Programas y Patrocinios Sociales de BBVA. “¿Qué puede aportar un banco? Gestión de riesgos que aporten valor añadido para las ONG”.

Acabar con la pobreza

En este sentido, BBVA dispone de programas propios enfocados en casi todos los objetivos, “tanto desde el punto de vista de negocio como de la Responsabilidad Corporativa”, apunta del Pozo. En concreto, la Fundación Microfinanzas BBVA, está centrada en la consecución de los objetivos de erradicación de la pobreza, apoyo al trabajo digno y al crecimiento económico y a la igualdad de género. Esta entidad ha sido reconocida por la ONU en el informe “Trabajando Juntos Hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): Marco para Acción”, como ejemplo relevante de actividad en favor de estos ODS.

La FMBBVA busca generar impacto social a través de su modelo de finanzas productivas, aplicando la experiencia de más de 150 años que el banco tiene en el sector. La fundación, que atiende a 1.700.000 personas, ha contribuido al desarrollo de las microfinanzas, ofreciendo servicios financieros en la base de la pirámide en América Latina. En la actualidad, trabaja en distintos frentes, entre ellos fortalecer a las instituciones microfinancieras, desarrollar productos que se adapten mejor a sus necesidades o buscar nuevos modelos operativos.

Su labor se traduce en iniciativas como el desarrollo de modelos para medir el impacto y modelos de negocio o la mejora de la capacidad de gestión de las entidades microfinancieras, entre otras. Los resultados hablan por sí solos. Tal y como explica Javier Flores, director general de la Fundación Microfinanzas: “El 83% de nuestros clientes son vulnerables económica o socialmente; además, el 61% son mujeres, que es un colectivo especialmente delicado, sobre todo aquellas que están al frente de sus familias y están solas”.