Las empresas buscan dejar su huella en el G20
En esta entrevista exclusiva, Daniel Funes de Rioja, presidente del B20, capítulo empresarial del G20, cuenta cómo se está organizando el sector privado para incidir en la cumbre que se realizará en noviembre en Argentina con propuestas sobre temas como comercio, infraestructura, transparencia y energías limpias.
El G20 es el principal foro internacional para la cooperación económica, financiera y política: aborda los grandes desafíos globales y busca “generar políticas públicas que los resuelvan”. Por su parte, constituida como la voz del sector privado en el foro, el Business 20 convoca a empresarios, representantes y autoridades de instituciones sectoriales y regionales.
De cara a la cumbre de noviembre, el B20 de Argentina 2018 ya cuenta con más de 1200 miembros titulares, un 75% provenientes del exterior, es decir, de los países del G20 y 25% de Argentina, la anfitriona. Son más de 1000 CEO y CFO de grandes compañías mundiales.
Entre los principales sponsor del B20 2018 en Argentina están las empresas Arcor, Banco Hipotecario, Globant, Mercado Libre, Siemens, Techint, Unilever e YPF.
“Somos el B20 más numeroso, en comparación con el anterior, en Alemania, que tenía entre 600 y 800 miembros y los anteriores que tuvieron un promedio de 300. El nuestro tiene una altísima participación, tanto nacional e internacional. Además, el 27% son mujeres, -volvemos a tener el índice más alto que Alemania-, y el 34% son PyMEs”, explica Daniel Funes de Rioja, presidente del B20.
La agenda sobre la que están trabajando los grupos del B20 incluye temas como comercio e inversión, financiamiento para la infraestructura; economía digital e industria 4.0; sistema alimentario sustentable; energías; compliance y transparencia; educación y empleo; y pequeña empresa.
“Estamos ya en la tercera fase, con un nivel de avance de más del 80% de elaboración de los documentos finales que se van a aprobar y serán entregados en la Cumbre al Presidente”, agrega Funes de Rioja.
Cada país anfitrión le pone su impronta a su cumbre. ¿Cuál es el la de Argentina? El Gobierno argentino está enfatizando debatir “el futuro del trabajo”; cómo crear un “sistema alimentario sustentable” a partir de vincular el sector primario con el sector industrial y en promover un marco de “financiamiento de infraestructura”.
Será una cumbre atravesada por diversas turbulencias, algunas mundiales, pero otras de carácter local del país anfitrión. “El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el cambio a categoría a País Emergente y el estar cerca de entrar a la OCDE, son señales coincidentes que convalidan la confianza del país”, relativiza Funes de Rioja.
En el plano global, la turbulencia principal es sin lugar a dudas el conflicto comercial entre China y Estados Unidos. Los organizadores creen que la ventaja de ser un país intermedio es que es creíble como mediador. Como país mediano, la anfitriona Argentina puede contribuir al diálogo multilateral que tanto hecha de menos el mundo en este tiempo.
- El eje sustentable del B20
Lo ambiental va estar estrechamente relacionado con las nuevas energías. En esta línea, se va discutir sobre la transición a energías limpia; la renovación energética y descentralización de la generación; la eficiencia energética; la adaptación al cambio climático y políticas para promover eficiencias en recursos y la economía circular.
Meses atrás se supo por fuentes oficiales que la presidencia argentina del G20 no tenía planificada “ninguna discusión sobre los precios del carbono”. Países como Canadá y Alemania plantearon sus inquietudes al respecto y son los más interesados en que se aborde.
"Nosotros [Alemania] no esperamos señales más fuertes sobre los precios del carbono este año, pero el tema debe permanecer en la agenda", dijo una fuente al portal Climate Home News semanas atrás. "Tendríamos un lenguaje mucho más fuerte sobre los precios del carbono, pero la oposición de países ricos en petróleo como Arabia Saudita ha sido el punto de fricción, y sigue siéndolo", continuó.
“No hay una opinión unánime sobre el tema, pero va a estar dentro de la discusión y en el informe final del B20 y en el G20”, adelantó Funes de Rioja a este medio.
Daniel Funes de Rioja es, además de Presidente del B20, presidente de la COPAL, la principal cámara de empresas de alimentos de Argentina. Por lo tanto, tiene un especial interés en el desarrollo que tiene el capítulo “sistema alimentario sustentable” que dirige Luis Pagani, presidente de la empresa argentina Arcor, con el apoyo técnico de Cecilia Rena, Gerente de Asuntos Públicos de Arcor y proveniente del área de sustentabilidad.
Los temas del capítulo alimentario son el cambio tecnológico y adaptación; conservación y preservación del medio ambiente y mitigación y adaptación al cambio climático. También se van a tratar barreras comerciales, pérdidas de alimentos, malnutrición y obesidad. “Nosotros apuntamos que la industria y el Estado trabajen mancomunadamente, no enfrentados, ya que la agenda de la industria alimenticia irá adaptándose a las necesidades cambiantes de la sociedad”, aclara Funes de Rioja.
Las cumbres internacionales suelen ser denostadas por ser puestas en escena de lideres estrechando sus manos en ámbitos “palaciegos”, pero con magros resultados concretos y sin conexión con la vida real de los ciudadanos.
“Nosotros queremos que el G20 deje conclusiones efectivas, implementables, visibles y plasmadas en el documento final. Además, me gustaría que ayude al empresariado argentino en el camino de consolidar el G6, y lograr una lectura del empresariado argentino en su conjunto, hacia políticas de Estado de largo plazo que logren la inversión, al crecimiento y el empleo”, concluye Funes de Rioja.
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