La represa, propiedad de la empresa minera brasileña Vale, se usaba para almacenar “relaves”, los subproductos no deseados de una mina de mineral de hierro. La presa falló liberando 11.7 millones de metros cúbicos de lodo que sepultó y mató a unas 300 personas.

Las compañías mineras clasificadas en el FTSE 100, como Anglo American, Antofagasta, BHP Group, Glencore y Rio Tinto han recibido cartas de sus inversores que les dan 45 días para revelar públicamente el tamaño de sus represas, los métodos de construcción y los registros de seguridad.

Unos 96 inversionistas, liderados por la Junta de Pensiones de la Iglesia de Inglaterra y el fondo público de pensiones de Suecia, han escrito a 683 compañías mineras que cotizan en bolsa pidiendo detalles de sus instalaciones de relaves.

El objetivo es crear un nuevo estándar internacional independiente y de acceso público para las represas de relaves.

Aberdeen Standard Investments, Aviva Investors, Legal & General Investment Management y Hermes se encuentran entre los principales inversores que han firmado la carta.

Las normas de seguridad de las presas de relaves son una preocupación clave en las investigaciones del desastre de Brumadinho. Vale ha dicho repetidamente que la presa no se había filtrado, una señal de posible colapso inminente. Sin embargo, The Guardian informó sobre las denuncias de los empleados de Vale sobre reparaciones en la represa luego de fugas.

Las presas se utilizan generalmente para el almacenamiento permanente de los productos derivados de la minería, que pueden ser tóxicos. Las fallas de las presas de relaves anteriores, incluido otro desastre en una mina de Vale en Brasil en 2015, que causó 19 muertes, han causado catástrofes ambientales, incluido el envenenamiento de los suministros de agua.

Adam Matthews, director de ética y participación de la Junta de Pensiones de la Iglesia de Inglaterra, describió que la transparencia de las compañías mineras sobre sus instalaciones es  "en gran medida inadecuada". Agregó: "Es esencial que los inversionistas puedan establecer una visión clara sobre qué instalaciones de relaves tiene una compañía y cómo se gestionan esas instalaciones".

El grupo de inversores tiene como objetivo crear una base de datos global sobre seguridad en represas de relaves para ayudar a mejorar los estándares.