Alcance 3 e inversión climática: el talón de Aquiles de las estrategias corporativas
Un nuevo informe de Edie, Evolving your sustainability reporting and communications strategy, advierte que las empresas avanzan lento en comprometer a sus proveedores y en alinear sus inversiones con sus metas de descarbonización. El riesgo de greenwashing y pérdida de valor crece para quienes no actúen con transparencia y decisión.
Alcance 3: el hueso más duro de roer
Las emisiones de Alcance 3, que incluyen toda la cadena de valor, suelen ser la parte más grande y difícil de abordar. El mayor problema no es técnico, sino relacional: lograr que los proveedores se comprometan, comprendan los objetivos y aporten datos de calidad.
El informe recomienda simplificar pedidos de información, usar cuestionarios claros y combinar incentivos (como ser proveedor preferente) con sanciones. Lo importante es mostrar el beneficio mutuo: cómo esos datos ayudan al comprador a cumplir y cómo fortalecen al proveedor frente a riesgos futuros.
La buena noticia: el compromiso empresarial con el Alcance 3 es mucho mayor que hace dos años y crece rápido. Ejemplos como Sodexo, Sage o Serco muestran que una hoja de ruta clara y la transparencia dan resultados.
Sodexo, una empresa de catering, demuestra un enfoque robusto en sus emisiones de Alcance 3, que representan casi el 99% de su huella de carbono. Su plan de cero neto para 2040 se basa en una hoja de ruta estructurada de compromiso con proveedores, lanzada en 2023, que exige a los socios establecer objetivos basados en la ciencia y publicar su progreso para 2030. Esta estrategia ha resultado en una reducción del 31.8% en las emisiones de la cadena de suministro desde 2017 y una disminución del 23.4% en las emisiones absolutas en todos los Alcances entre junio de 2023 y mayo de 2024, gracias a que el 95% de sus proveedores relevantes participan activamente
La brecha de capital para la transición climática
La brecha de capital para la transición climática
En paralelo, las empresas necesitan planes de transición climática respaldados por inversiones concretas. No basta con el discurso ambiental: hay que hablar en el idioma de las finanzas y la estrategia corporativa, con compromiso de la alta dirección.
Aunque más del 70% de las empresas del FTSE100 han avanzado en este sentido, solo el 5% de las más emisoras alinean su gasto de capital con sus metas de reducción de gases de efecto invernadero.
Los inversores lo notan: el 46% dice que la falta de datos ESG completos limita su toma de decisiones, y solo el 29% cree que las empresas explican bien el impacto financiero de su gestión ESG. La receta: transparencia radical, incluso al señalar las brechas que dependen de políticas públicas o de tecnología que aún no existe.
El mensaje es claro: sin avances reales en Alcance 3 y sin capital alineado a la transición, el riesgo de "greenwashing" y de pérdida de valor es alto. Las empresas que no lo entiendan estarán jugando con su reputación… y con sus finanzas.
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