La 13va Edición de la Conferencia Internacional #ConfIARSE 2023 tuvo como lema “Cambio de Épico: Paradigmas y Desafíos para la Contribución al Desarrollo Sostenible”.

Luis Ulla, director del IARSE, comenzó analizando los desafíos de la época actual, que según sus palabras nos llevan a enfrentar la incertidumbre y la iracionalidad. “Vivimos en tiempos de cambio constante, donde mirar hacia atrás nos revela cuánto hemos dejado en el pasado. La época actual se caracteriza por la incertidumbre y los desequilibrios profundos, pero también por una inquietante irracionalidad. Este cambio de época no avanza gradualmente, sino que nos desafía de manera abrupta”, explicó.

Para Ulla, los paradigmas son como anteojos que condicionan nuestra percepción del mundo. “Es difícil entender y adaptarse a este cambio de época turbulento cuando seguimos aferrados a paradigmas obsoletos”. Según él, la respuesta está en contribuir y acelerar el compromiso con el desarrollo sostenible, a través de la participación activa y de una dimensión ética y cultural. “El tiempo se agota, y debemos actuar de manera urgente”, concluyó.

José Luis Fernández Fernández, Director Cátedra Iberdrola de Ética Económica y Empresarial, centró su ponencia en cómo en el mundo actual, marcado por cambios significativos y desafíos sin precedentes, es esencial abordar la cuestión del desarrollo sostenible. “En un mundo en constante evolución, el cambio de época es una realidad que debemos enfrentar. Esta transición nos desafía a adaptarnos a nuevos paradigmas y a abordar cuestiones cruciales para contribuir al desarrollo sostenible”. Agregó que en el contexto del desarrollo sostenible, debemos comprender que ningún modelo puede capturar completamente la complejidad del mundo. “Los paradigmas nos ayudan a analizar, comprender y tomar decisiones informadas”, explicó.

Con respecto al rol de las empresas consideró que deben evolucionar y adoptar modelos de gestión holísticos y sostenibles. “Esto implica analizar cuidadosamente los criterios, integrar objetivos y considerar su impacto en la sociedad y el medio ambiente”. Además, explicó que el “capitalismo de los grupos de interés” se ha convertido en una tendencia en la gestión empresarial, porque “reconoce que las empresas no solo deben enfocarse en sus accionistas, sino también en todas las partes interesadas, como empleados, clientes, comunidades y el entorno en general. Este enfoque promueve una gestión más equitativa y sostenible”.

Fernández Fernández concluyó que el desarrollo sostenible es un camino hacia un futuro mejor para todos. “A medida que enfrentamos el cambio de época y los desafíos globales, es crucial que las empresas adopten enfoques holísticos y consideren a todas las partes interesadas. El desarrollo sostenible no es un concepto nuevo, pero su relevancia nunca ha sido tan evidente como en la actualidad. A través de la comprensión, la acción y la colaboración, podemos avanzar hacia un mundo más sostenible y equitativo”.

Jaqueline Pells, Directora del Espacio de Negocios Inclusivos (ENI-Di Tella), centró su exposición en el rol de las empresas en la inclusión social. Según ella, la relación entre el sector privado, gobiernos y organizaciones de la sociedad civil ha evolucionado significativamente a lo largo de la historia. “Hoy en día, estamos viendo un diálogo renovado entre estos actores, con las empresas desempeñando un papel fundamental en la búsqueda de soluciones para los desafíos sociales”.

Pells citó el caso de "Juntos", una empresa social que demuestra cómo las compañías pueden adoptar un enfoque empresarial para abordar la inclusión social, reconociendo que la solución a los problemas sociales va más allá de la filantropía y debe estar integrada en su actividad principal. “Esta evolución representa un cambio importante en la forma en que abordamos los problemas sociales y promueve un enfoque más integral y colaborativo hacia la inclusión social”, afirmó.

Y agregó que "Juntos" es un ejemplo inspirador de cómo una empresa puede redefinir su propósito para abordar un problema social complejo, porque “su enfoque en la inclusión social a través del comercio demuestra que las empresas pueden desempeñar un papel crucial en la resolución de desafíos globales. Este modelo nos invita a repensar cómo abordamos los problemas sociales y a crear soluciones innovadoras que hagan que el modelo existente se vuelva obsoleto. El propósito, las capacidades y el capital social se unen en un esfuerzo por promover un mundo más inclusivo y equitativo”, concluyó.

Alejandro Simón, CEO del Grupo Sancor Seguros, se refirió a la importancia que tienen en la actualidad los compromisos ambiciosos en la gestión empresarial. “En un mundo donde el sector de los seguros es transversal y esencial para todos los negocios, es crucial abordar la pregunta sobre por qué debemos hablar de compromisos ambiciosos sin perder de vista una perspectiva de gestión equilibrada”, afirmó.

Explicó que uno de los desafíos más relevantes en la gestión empresarial es encontrar un equilibrio entre las necesidades financieras de generar facturación y resultados adecuados, y la búsqueda de un propósito más allá de la rentabilidad máxima. Agregó que incluso el enfoque de algunas empresas se aleja de la máxima rentabilidad posible para centrarse en la mínima rentabilidad necesaria. “Esto conlleva una gestión diferente, donde se busca contribuir a una sociedad más justa, resiliente, ética y responsable, incluyendo la dimensión climática”. Pero aclaró que la gestión de compromisos ambiciosos implica un enfoque integral que busque impactar positivamente en toda la cadena de valor, y que la selección de compromisos ambiciosos debe ser estratégica y alineada con el propósito de la empresa.

“En última instancia, todos formamos parte de un gran sistema y debemos trabajar juntos para lograr que estos compromisos ambiciosos sean tanto realistas como inspiradores. De esta manera, podremos pensar en grande y, al mismo tiempo, concretarlos con los recursos y capacidades disponibles. El compromiso con un futuro sostenible es una responsabilidad compartida que requiere la colaboración de todos los actores involucrados en el mundo empresarial”, afirmó.

Y concluyó destacando que el futuro de las empresas debe ser uno en el que la sostenibilidad y la responsabilidad sean la norma, y el cooperativismo empresarial ofrece una base sólida para lograrlo. “Como sociedad, debemos avanzar hacia un modelo de gestión que busque un impacto positivo y sostenible en todos los aspectos de la vida empresarial y, en última instancia, en la sociedad en su conjunto”.

Fabiana Ramirez, Investigadora de Seguridad de ESET, explicó la relación entre la Ética y la Inteligencia Artificial. Mencionó que los principales desafíos pasan por los sesgos en la IA, la privacidad y protección de datos, el mal uso de la IA, y la ética en la suplantación de identidad. “La IA es una herramienta poderosa que puede ser utilizada para el bien o el mal, y su impacto ético es un tema fundamental. No existen legislaciones globales adecuadas para abordar todas las complejidades éticas que plantea la IA, y las regulaciones actuales varían ampliamente de un país a otro. La responsabilidad recae en cómo la sociedad y la industria de la tecnología utilizan y regulan esta tecnología en constante evolución. Es crucial fomentar un diálogo global sobre la ética en la IA y garantizar que se utilice de manera responsable en beneficio de la humanidad”, concluyó.