El gobierno de Escocia inició una consulta pública sobre la prohibición del Marketing y comercialización de alimentos chatarra. Con 726 respuestas, la consulta consideró la restricción de exhibidores de comida chatarra en las cajas y marketing dirigido a niños.  El análisis también examina las opiniones sobre el objetivo general de reducir los daños a la salud pública asociados con el consumo excesivo de alimentos y bebidas con alto contenido de grasa, azúcar o sal.

Tras la consulta, el Gobierno escocés anunció que presentará un proyecto de ley sobre la restricción del Marketing de alimentos chatarra.

El ministro de Salud Pública, Joe FitzPatrick, dijo al respecto: “Queremos reducir los daños causados ​​por una dieta deficiente y facilitar que las personas tomen decisiones más saludables. Tener las medidas adecuadas para restringir las promociones y el marketing de comida chatarra que fomentan el consumo excesivo y la compra por impulso nos ayudarán a lograr nuestra ambición de reducir a la mitad la obesidad infantil para 2030. Es por eso que presentaré un proyecto de ley lo antes posible. El análisis independiente publicado hoy ayudará a informar el desarrollo del proyecto de ley".

Nourish Scotland, una ONG que hace campaña en temas de justicia alimentaria en Escocia, destacó su entusiasmo con el renovado compromiso con la alimentación saludable tras el anuncio de que el Gobierno escocés presentará el proyecto de ley Good Food Nation en 2020.

"Si bien estamos muy animados por el renovado compromiso del Gobierno, quedan dudas sobre cómo se utilizará el proyecto de ley para crear estructuras y procesos para la formulación conjunta de políticas sobre alimentos. Es crucial que el proyecto de ley Good Food Nation cree un marco transversal para tomar decisiones conjuntas sobre cómo abordar estos y otros problemas".

El proyecto de ley también responde a la búsqueda de cumplir las metas ambientales del  Gobierno escocés. Por ejemplo, el compromiso de ser emisiones netas de carbono cero para 2045 y a revertir la pérdida de biodiversidad para 2020. La producción y el consumo de alimentos son responsables de una gran parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (agricultura y cuenta de uso de suelo relacionada para ¼ de las emisiones de Escocia), y la producción de alimentos es un impulsor clave de la pérdida de biodiversidad. El proyecto de ley busca responder a estos desafíos.

Además, tiene como principal misión reducir a la mitad la obesidad infantil para 2030 y a invertir fondos significativos en diabetes.

 En 2017, el 65% de los adultos escoceses tenían sobrepeso y una proporción significativa era obesa. Mientras que el 13% de los niños estaban en riesgo de obesidad.