Martínez Lozano participó en el encuentro organizado en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y que sirvió para poner encima de la mesa la necesidad de que todos los centros universitarios garanticen el acceso en igualdad de condiciones a los alumnos con discapacidad.
 
En su intervención, la responsable de Universidades de Fundación ONCE expuso que cuando se habla de universidades de futuro esto viene ligado a la excelencia. Por ello, aseguró que “en estos momentos que está tan de moda el tema de los ranking, a mí me gustaría que la excelencia que miden estos ranking esté ligada  a la inclusión”. “La inclusión debe de ser un rasgo diferencial de las universidades excelentes, y así debería ser considerado por las principales universidades del mundo”, recalcó.
 
Martínez Lozano se refirió al lema del encuentro y confirmó que “estamos en ese proceso de inclusión: en el proceso de construir escuelas, institutos y universidades inclusivas”. Según explicó, cuando se habla de una sociedad o de una universidad inclusiva, se habla de espacios que han hecho un esfuerzo por incluir a todos sus miembros, pero que tienen que seguir trabajando en estrategias y acciones para  dar respuesta a nuevos procesos de exclusión, como por ejemplo a los procesos de exclusión que generan las tecnologías de la comunicación.
 
En su opinión, hace años la accesibilidad tenía que ver más con hacer rampas y construir los espacios físicos para todos. “Hoy cuando hablamos de accesibilidad tenemos que pensar también en páginas web accesibles, en tablet accesibles, en redes sociales accesibles, etcétera”, demandó.
 
La responsable de Universidades de Fundación ONCE reconoció la labor de la Universidad Autónoma, “puntera e innovadora”, y que fue pionera en la puesta en marcha, en este caso de la mano de Prodis, de un programa de formación con personas con discapacidad intelectual, que ahora están copiando otras universidades. “Ha permitido un acercamiento de la realidad universitaria para un colectivo que difícilmente por sus características pueden acceder a un título universitario”, reconoció.
 
Recordó que desde Fundación ONCE “somos conscientes” de que el mejor instrumento para garantizar esa inclusión es la educación y el empleo. “Por eso venimos colaborando con las universidades españolas en la consecución de este fin: que a través de la educación el colectivo de personas con discapacidad llegue a los más altos niveles del conocimiento y empleos de calidad”.
 
Martínez Lozano también repasó los retos que deben afrontar las universidades del futuro: promover el acceso y mejorar la orientación hacia la educación superior; cumplir la convención en materia de recursos y apoyos que garanticen la igualdad de oportunidades; garantizar las adaptaciones curriculares; promover la movilidad internacional y la participación activa de los estudiantes con discapacidad en la vida universitaria -incluido el deporte-, y mejorar la empleabilidad a través de las prácticas académicas y otros instrumentos. “Para todo esto”, subrayó, “es fundamental una buena formación del profesorado”.
 
“Educar no es enseñar a todos por igual, es enseñar a cada uno según sus capacidades, y eso es algo que a veces olvidamos”, concluyó.
 
La jornada, celebrada en la Facultad de Psicología de la UAM, busca reflexionar sobre la importancia que tiene la comunidad universitaria en la construcción de una universidad comprometida en garantizar la plena inclusión de todos y su papel en el desarrollo de una sociedad inclusiva.
 
Está organizada por el Vicerrectorado de Cooperación y Extensión Universitaria de la UAM y en ella se debate sobre el derecho de cada estudiante a una educación inclusiva a lo largo de su trayectoria académica, para lo que se necesita impulsar un debate profundo sobre esta cuestión en el marco de la Universidad como institución educativa.
 
La jornada cuenta con mesas de debate que representen a los diferentes colectivos: personal docente e investigador, estudiantes y personal de administración y servicios. El acto de inauguración contó con la participación de Margarita Alfaro, vicerrectora de Cooperación y Extensión Universitaria de la UAM; Pilar Villarino, directora ejecutiva del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), y Rafael de Asís Roig, del Instituto de Derechos Humanos Bartolomé de las Casas.