Este artículo será corto, como el presupuesto que el gobierno mexicano propone gastar en adaptación y mitigación al cambio climático. La propuesta asciende a $70,274.3 millones de pesos respecto a los 6,295,736.2 millones de pesos (netos) que se plantean para todo el gasto público en 2021. Ese 1.1.% incluye egresos de la Comisión Federal de Electricidad para la generación de electricidad con presas hidroeléctricas que -como saben- son altamente cuestionadas desde el punto de vista ambiental y social, incluido el hecho de que incrementan las emisiones de metano, un gas de efecto invernadero más potente que el bióxido de carbono en cuanto a su poder de calentamiento global.

El Presupuesto de Egresos para 2021 también propone gastar 21.9% del total de estimado en actividades para fortalecimiento del sector energético, que están basadas primariamente en el uso de combustibles fósiles. Y mientras se propone empoderar al sector energético, el sector ambiental en su totalidad representa 1.2% del total del gasto neto programable.

Así, en medio de una pandemia sanitaria relacionada con la devastación ambiental, y de cara a la emergencia climática que es posible traiga más pandemias de esta naturaleza, el gobierno mexicano deja desarmada a la población de recursos para afrontar dichos problemas. Urge que las y los diputados intervengan para lograr revertir estas y otras decisiones incluidas en la propuesta del Paquete Económico 2021.

Si alguien tiene otros datos, me gustaría conocerlos…

* Sandra Guzmán Luna es especialista internacional en desarrollo bajo en carbono y financiamiento climático. Fue Directora General de Políticas para Cambio Climático de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México, SEMARNAT. Es Fundadora del Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe, y actual coordinadora de la Agenda Internacional de la organización. Actualmente colabora con el Secretariado de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, como una de las autoras del reporte de necesidades para países en desarrollo ante el cambio climático.

Fuente: Animal Político