Para fin de año, ING también quiere adoptar una metodología alineada con "cero neto para 2050" para la infraestructura de petróleo y gas de midstream, como oleoductos, terminales de gas natural licuado e instalaciones de almacenamiento.

Desde ING afirman que a medida que continuan financiando a clientes que están activos en el sector del petróleo y el gas, están alineando su cartera con la "Hoja de ruta de emisiones netas cero para 2050" de la Agencia Internacional de Energía (AIE) y la ciencia climática que sustenta el enfoque de la AIE.

“Actualmente estamos en camino de reducir nuestra cartera de exploración y producción de petróleo y gas en un 19 % para 2030 de acuerdo con el camino de la AIE, con el objetivo de una reducción del 53 % para 2040 en comparación con 2019. Estamos comprometidos a seguir la ciencia y planeamos adaptar nuestro enfoque para reflejar cualquier cambio futuro en el camino de la IEA”, explican desde la compañía.

La estrategia energética de ING se basa en tres pilares: la necesidad de descarbonizar para luchar contra el cambio climático, la necesidad de que la energía siga siendo asequible para las personas y las empresas, y la necesidad de garantizar la seguridad del suministro energético.

“Para lograr este equilibrio en una sociedad que aún depende de los combustibles fósiles, consideramos que nuestro papel es seguir financiando lo que el mundo necesita hoy y, al mismo tiempo, apoyar la transición hacia la economía baja en carbono del futuro”, explican desde ING.

De hecho, el banco considera que todavía no puede dejar de financiar totalmente los combustibles fósiles. Los argumentos en los que se basa la postura de ING son los siguientes:

• El mundo todavía los necesita: “para calefacción, transporte, fabricación de acero y más. Simplemente, todavía no hay suficiente energía verde, e incluso en el futuro, un mundo con cero emisiones netas no será igual a un mundo completamente libre de combustibles fósiles”.
   
• Cortar clientes o industrias no resolverá el problema. “Creemos firmemente que el mayor impacto que podemos tener en la lucha contra el cambio climático es trabajar con nuestros clientes para ayudarlos a alejarse de los combustibles fósiles”.
   
• Es un acto de equilibrio. “Alejarse de los combustibles fósiles tiene un impacto social: si el suministro de combustibles fósiles disminuye demasiado rápido, el precio de la energía podría dispararse y causar problemas financieros a muchas personas. Queremos equilibrar nuestra acción climática con nuestro papel social para garantizar que la energía siga siendo asequible y disponible para las personas y las empresas”.