Para combatir el acoso sexual y laboral en los puestos de trabajo, CCOO (Confederación Sindical de Comisiones Obreras) de Industria ha publicado la Guía: Combatir el acoso sexual y laboral. Recomendaciones desde Salud Laboral.

El documento tiene los siguientes objetivos: Establecer definiciones precisas para ordenar la acción sindical; establecer el ámbito de actuación de CCOO de Industria y los instrumentos legales de aplicación y establecer orientaciones de actuación sindical. Para ello, se extiende en cada una de las secciones, aplicando las definiciones, la legislación y desarrollo y evolución de un proceso de acoso.

Además, la experiencia recolectada por el sindicato, se traduce en cuatro recomendaciones principales para enfrentar estas situaciones:

En primer lugar, detener el acoso sexual y/o laboral. Recomienda actuar sobre la plantilla con criterios morales, con información y con formación sobre los riesgos a los que se enfrentan las personas responsables. Después, plantea activar los protocolos de acoso laboral; acoso sexual y por razón de sexo y acoso discriminatorio. Varias empresas poseen este tipo de instrumentos, pero advierten que, en muchos casos, tales mecanismos son ineficientes y en los casos pertinentes, se debe denunciar ante la policía. 

Luego de esta fase, si ocurrieron daños en la salud, se debe gestionar la atención a la víctima. En aplicación de la legislación, cuando hay daños a la salud, se considera accidente de trabajo y la empresa debe realizar la gestión legal y enviar el caso para que reciba la atención psicológica necesaria. En el caso de que la empresa se oponga, se debe acudir a urgencias hospitalarias y proceder a denunciar ante la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.

Una vez que la víctima recibió la atención necesaria, a continuación, se deben establecer acciones preventivas para detectar las posibles situaciones de acoso. Las mismas pueden ser complementarias a los protocolos de acoso. La guía insta a la creación de espacio de denuncias confidenciales a través de los representantes legales.

El cuarto y último paso, la guía establece solicitar la evaluación de riesgos psicosociales en la empresa y plantear medidas preventivas en materia de información y formación al conjunto de la plantilla. Hacer especial hincapié en las personas que tienen responsabilidad en la gestión de personal.