Los diputados británicos aprobaron la Ley sobre Esclavitud Moderna que obligará a las empresas a una mayor transparencia sobre sus proveedores y es la primera de este tipo en Europa.

La legislación requiere que todas las "organizaciones comerciales" con un volumen de negocios de 36 millones de libras esterlinas, o más, que realizan negocios en el Reino Unido, publiquen una declaración o reporte anual, disponible en el sitio web de la empresa, sobre su gestión en la cadena de suministro. La medida de mayor transparencia está diseñada para obligar a las empresas a asumir la responsabilidad por las condiciones de trabajo en las cadenas de suministro.

La empresa estará obligada a publicar una declaración contra la esclavitud moderna que indique políticas y códigos de ética para combatir la esclavitud, que designe un responsable, que promueva acuerdos con sus proveedores para establecer criterios mínimos, que incluya auditorías de la cadena e implemente una estrategia de sensibilización y entrenamiento.

Cerca de 17.000 empresas del Reino Unido tendrán que publicar estas declaraciones antes del final de su año financiero.

La ley, que entran en vigor el jueves, exige a las grandes empresas en el Reino Unido tomar medidas para asegurarse de que ninguna de las empresas de su cadena de valor hace uso de esclavos.

El jueves se prevé la publicación de una Guía que detalle la información que deberán proporcionar las empresas para demostrar que tienen la certeza de que no hay uso del trabajo forzoso en sus cadenas de suministro.

La iniciativa está diseñada para obligar a las empresas que subcontratan o comprar productos y materia prima a otros productores a asumir la responsabilidad de cada paso del proceso.