El cultivo de frutos rojos en la zona de Doñana ha permitido la creación de numerosos puestos de empleo y ha propiciado un crecimiento económico considerable en la zona, equivalente a 400 millones de euros en el 2013 si se considera solamente los ingresos relativos a la exportación de fresa hacia terceros países. Para las empresas internacionales del sector alimentario y los minoristas, se trata de una región importante para el suministro de fresa. La sobreexplotación de los acuíferos puede dañar al parque nacional, que es uno de los humedales más importantes de Europa, y también a la capacidad de cultivo de fresas en la zona a largo plazo. 

Supermercados y cadenas internacionales, que compran el 20% de la fresa de la región, han lanzado un nuevo Grupo para la gestión sostenible de agua para fresas de Doñana.

El nuevo Grupo apoya el Plan Especial de racionalización de regadío y cultivos que aprobó en diciembre de 2014 la Junta de Andalucía, que al momento no está en implementación.El plan contemplaba la erradicación de 1.500 hectáreas de cultivos de fresa ilegales y fomentar iniciativas de eficiencia en consumo de agua.

“Para las empresas de nuestro grupo, el Plan Especial emitido por el Gobierno Andaluz permite comprar fresas, y apoyar a productores legales de fresa en la implementación de una agricultura sostenible que incluya además prácticas de ahorro de agua. Por ejemplo, hemos aprendido gracias a varios proyectos pilotos que la fresa en Doñana puede producirse, sin perjudicar los rendimientos o la calidad, con cantidades significativamente más bajas de agua”, afirma el comunicado de lanzamiento del Grupo.

Las empresas se comprometen a ayudar a alcanzar una gestión sostenible de los recursos hídricos, trabajando con los principales actores de la zona para implementar soluciones prácticas y eficientes. Se prevé iniciar un programa con la participación de grupos de productores, comunidades de regantes, expertos y centros de investigación, para promover la difusión de estas buenas prácticas en la zona.